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aguila real deborando una serpiente

delhierro

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ANTES QUE MEXICO EXISTIERA, PRIMERO FUE EL AGUILA.


GARANTIA DE VICTORIA PARA MEXICO. SELLADO SOBRE NUESTRA BANDERA POR LA ETERNIDAD. SIN AGUILA NO HAY MEXICO.

ELLOS SIEMPRE SERAN DERROTADOS. POR QUE LA JUSTICIA PREVALECE Y ES ETERNA.

25 de septiembre de 2007
Seis conservadores contra un liberal

PRI, PAN, PRD-C, PT, PANAL y PEC, defienden y justifican la postura clerical de los gobiernos federal, estatal y municipal
Sólo el PAS, con Fede CHILIÁN, los denuncia y los enjuicia

Federico Chilián Orduña

Este 11 de noviembre se sabrá si los poblanos han perdido la memoria histórica y con ello la dignidad y la vergüenza, o están conscientes de su pasado, indignados por las ofensas de los poderosos y resueltos a rescatar su orgullo propio.
La decisión dependerá de qué tanto conozcan los antecedentes de su ciudad, si comprenden los motivos por los cuales se fundó, quienes la construyeron, cómo se defendió a la República y qué papel jugamos en este momento todos los poblanos.
Las elecciones del próximo 11 de noviembre para elegir al presidente municipal de Puebla, constituyen una especie de test de inteligencia, una prueba de conocimientos y un examen de conciencia ciudadana. Todo a la vez.
Repasemos rápidamente la historia: el 12 de octubre de 1492, Cristóbal Colón descubrió América. El 4 de mayo de 1493, el Papa Alejandro VI, mediante una simple cartita llamada “bula”, (así pronunciaba mi abuelo chino la palabra “burla”) decidió en nombre de Dios que “todas las tierras descubiertas y por descubrir pasaban a ser propiedad de los reyes de Castilla, León y Granada, Fernando e Isabel, sus herederos y sucesores, con todos los señoríos, ciudades, fuerzas, lugares, villas, derechos y jurisdicciones y todas sus pertenencias lo dio, concedió y asignó perpetuamente, con libre, lleno y absoluto poder, autoridad y jurisdicción… Así que ningún hombre sea lícito quebrantar…porque si lo intentara incurrirá en la indignación del omnipotente Dios…”
Nunca jamás en la historia del mundo, se realizó un despojo de la magnitud que cometió el entonces jefe de la Iglesia Católica Apostólica Romana, el degenerado Rodrigo de Borgia, apodado para efectos papales Alejandro VI.
Tras de ello, los colonizadores se dieron a la tarea de “conquistar” por la fuerza lo que no era suyo pero el Papa se los había concedido; así cayó la Gran Tenochtitlán en 1521 y amparados en los pasajes bíblicos contenidos en el libro de Levítico Capítulo 25, versículos 44, 45 y 46, que a la letra dicen:
“Los esclavos y esclavas que ustedes tengan, provendrán de las naciones vecinas: solamente de ellas podrán adquirirlos.
También podrán adquirirlos entre los hijos y familiares de los extranjeros que residan entre ustedes, entre aquellos que hayan nacido en Israel. Ellos serán propiedad de ustedes.
Y podrán dejarlos como herencia a sus hijos para que los posean como propiedad PERPETUA. A estos podrán tenerlos como esclavos; pero nadie podrá ejercer un poder despótico sobre sus hermanos israelitas”.
Así que apoyados en “la palabra de Dios”, impusieron 300 años de esclavitud. De suerta que habiendo 9 millones de indígenas cuando llegaron los españoles, el número de ellos se redujo a 300 mil. Hasta que se levantaron en armas Miguel Hidalgo, José María Morelos, a quienes fusilaron y su Iglesia los excomulgó, y al primero le cortó las uñas, el cuero cabelludo y le cortó la cabeza que colgó en la Alhondiga de Granaditas.
La Iglesia se coludió con Agustín de Iturbide a quien erigió en Emperador.
Luego la Iglesia, se alió a Antonio López de Santa Anna para malbaratar en 30 millones de pesos más de las tres cuartas partes del territorio nacional a los Estados Unidos.
Más tarde, la misma Iglesia combatió severa a Benito Juárez y todo lo que él defendió.
En la víspera de la batalla del 5 de mayo de 1862, la Iglesia recibió con misa, banquete y fiesta a los invasores franceses, y le cerró las puertas al ejército que comandaba el Gral, Ignacio Zaragoza, lo cual hizo exclamar al héroe ¡”qué bueno sería quemar Puebla”!
No conforme la Iglesia con haber perdido la guerra de Reforma, trajo a otro Emperador, Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota y lo reconoció como la máxima autoridad. Pero al perder la guerra de intervención y morir Juárez, nuevamente la Iglesia se coludió con Porfirio Díaz para que este abdicara de cumplir la Constitución de 1857 y las Leyes de Reforma, aprovechándose que la primera esposa de Díaz, en agonía requería la bendición para no irse al infierno y así la Iglesia chantajeó al dictador para que este se sometiera a sus dictados.
Al llegar al siglo XX, la Iglesia condena el levantamiento armado, fustiga a los hermanos Serdán, se colude con el usurpador Victoriano Huerta, se involucra en el asesinato de Álvaro Obregón, emprende y auspicia la guerra cristera y forma, a través de sus más conspicuos fieles el Partido Acción Nacional para frenar el proyecto cardenista.
Los sexenios siguientes la Iglesia sigue acumulando fortunas y privilegios y con Carlos Salinas de Gortari, alcanza carta de reconocimiento, se restablecen las relaciones con el Vaticano y se cercena buena parte del legado juarista.
Finalmente al ingresar al tercer milenio el PRI, el PAN y la Iglesia, se alían para impulsar el modelo neoliberal y colocan en la presidencia al presidente más “mocho”, fanático, ignorante y abusivo de que se tenga memoria, el ranchero Vicente Fox, que al estilo priísta impone a su sucesor manipulando los sentimientos religiosos del pueblo, creando un ambiente de miedo ante el “peligro” que significaba el eventual arribo a la presidencia de Andrés Manuel López Obrador.
Melquíades Morales, Mario Marín y Luis Eduardo del Sagrado Corazón de Jesús Paredes Moctezuma y Rosendo Huesca y Pacheco, se dieron gusto usando los recursos del erario para restaurar templos, hacer monumentos religiosos y llevarse unos cuantos centavitos a sus pequeñas bolsitas.
En la actualidad la Iglesia se opone y ha amenazado con excomulgar a quienes apoyen las leyes que despenalizan el aborto y que autorizan las sociedades de convivencia, mismas que impulsó el Partido Alternativa Socialdemócrata, que me postula para la presidencia municipal.
Yo estoy a favor del respeto a nuestras leyes que establecen con toda claridad el principio histórico de la separación del Estado y las iglesias; los otros seis candidatos ni siquiera tocan el tema, cualquiera de ellos seguirá invitando al arzobispo a las ceremonias civiles, les daría dinero para que reparen sus templos, en lugar de pedirles una ayuda para reparar las viviendas de los más humildes.
Conmigo en la presidencia no habría más privilegios para el clero. Se respetaría absolutamente el Estado Laico y el Municipio Libre. Esa es la diferencia entre los seis (PRI, PAN, PRD-C, PT, PANAL y PEC) y yo (PAS). La misma que hay entre conservadores clericales y liberales progresistas.
Ustedes deciden que gobierno quieren.

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