Buen día señores, les saludo desde la ciudad de San Luis Potosí, escribiendo este post como no lo hacía hace ya varios años.
Quiero comenzar diciendo que soy fronterizo residiendo el interior del país, desde hace ya 4 años, y como buen fronterizo, crecí con una cultura mas gringa que mexicana, por así decirlo, y por obvias razones, siempre fue fácil adquirir mercancía de tiro en las tiendas WALMART cruzando la frontera. Mi primer rifle fue un Marksman Powerline con recarga de bomba, que adquirí por 30 dlls. Y las municiones, hasta en la ferretería las hallaba o soriana.
Con el paso del tiempo, fui adquiriendo el gusto por las armas, específicamente las de aire, aunque siempre estuvo al alcance las armas de fuego, y seguido practicaba el tiro con .22 LR en sus diferentes modalidades, termine por inclinarme mas al aire.
Siendo uno joven y con escaso poder adquisitivo, mi segundo rifle “bueno” un Mendoza RM-2800, que puedo decir estaba hecho con los pies, y una increíble falta de control de calidad en su fabricación, me hice bastante bueno usándolo, aun así lo llevaba al campo de tiro, ya entrado en un poco mas de edad, me fui haciendo de mejores armas, siendo un Condor .25 y para llenarlo utilizaba una bomba Benjamín que casi desanimaba seguir tirando, pero no era así, lo usaba muy seguido.
Como fronterizo, siempre tuve al alcance gran variedad de proyectiles con los cuales experimentar, y a costos muy accesibles, compraba 3 latas y a 4 era gratis, siendo así, no gastaba mas de 600-800 pesos en comprar cosas de calidad.
Por razones laborales me desplazo al interior de la Republica, donde encuentro la gran dificultad de seguir con mi afición, en primer lugar por el suministro de proyectiles (pellets), y en segundo por la dificultad para integrarse a un campo de tiro formal, quizá caí en mal ciudad para este tipo de deportes. Halle cierta dificultad para llenar mis tanques, pues siendo nuevo en la región, solo pude contactar al Sr. Jean Mihov, quien se especializaba en tiro olímpico, y sus suministros de equipo eran mas afines, y yo buscaba ojivas .257, que era lo que usaba en mi cóndor, por lo que termine, de alguna manera, dando un paso atrás en mis practicas de tiro, es decir, a utilizar pellets como estándar y ajustarme a distancias mas cercanas.
En México el tiro no se encuentra presente como disciplina, sino como un gusto adquirido, y es bastante difícil adquirir mercancía relativa al deporte, sin contar que algunos proveedores abusan del alto costo o tienen un pésimo servicio al cliente, y no me refiero a las armas específicamente, sino a cualquier mercancía que se compra. Para ratos amargos, co2airguns, ahora bajo otro nombre, quizá ustedes lectores hayan tenido alguna eventualidad con ellos, sin ser especifico de que tipo.
A lo largo de estas experiencias he hallado excelentes proveedores (espero tengan recomendaciones), los cuales han tenido una atención más personal en lo que venden, como dan su soporte, y como te ofrecen de primera mano artículos de calidad. Son personas que también tiran y gustan de las diferentes prácticas de tiro, quizá de ahí su trato amable y personalizado.
A todo esto, que platico, quiero referirme a que la disciplina la hacemos nosotros, y el mercado lo hacemos nosotros, es decir, el airgun en México es relativamente nuevo, y espero esos proveedores nacionales crezcan a grado de hacer más accesible el deporte.
Me despido de ustedes, en espera de estar presente de manera mas rutinaria en los foros y aprender de los buenos tiradores y armeros que se andan por ahí, y quizá, juntarnos a tirar.
Juan T.
Quiero comenzar diciendo que soy fronterizo residiendo el interior del país, desde hace ya 4 años, y como buen fronterizo, crecí con una cultura mas gringa que mexicana, por así decirlo, y por obvias razones, siempre fue fácil adquirir mercancía de tiro en las tiendas WALMART cruzando la frontera. Mi primer rifle fue un Marksman Powerline con recarga de bomba, que adquirí por 30 dlls. Y las municiones, hasta en la ferretería las hallaba o soriana.
Con el paso del tiempo, fui adquiriendo el gusto por las armas, específicamente las de aire, aunque siempre estuvo al alcance las armas de fuego, y seguido practicaba el tiro con .22 LR en sus diferentes modalidades, termine por inclinarme mas al aire.
Siendo uno joven y con escaso poder adquisitivo, mi segundo rifle “bueno” un Mendoza RM-2800, que puedo decir estaba hecho con los pies, y una increíble falta de control de calidad en su fabricación, me hice bastante bueno usándolo, aun así lo llevaba al campo de tiro, ya entrado en un poco mas de edad, me fui haciendo de mejores armas, siendo un Condor .25 y para llenarlo utilizaba una bomba Benjamín que casi desanimaba seguir tirando, pero no era así, lo usaba muy seguido.
Como fronterizo, siempre tuve al alcance gran variedad de proyectiles con los cuales experimentar, y a costos muy accesibles, compraba 3 latas y a 4 era gratis, siendo así, no gastaba mas de 600-800 pesos en comprar cosas de calidad.
Por razones laborales me desplazo al interior de la Republica, donde encuentro la gran dificultad de seguir con mi afición, en primer lugar por el suministro de proyectiles (pellets), y en segundo por la dificultad para integrarse a un campo de tiro formal, quizá caí en mal ciudad para este tipo de deportes. Halle cierta dificultad para llenar mis tanques, pues siendo nuevo en la región, solo pude contactar al Sr. Jean Mihov, quien se especializaba en tiro olímpico, y sus suministros de equipo eran mas afines, y yo buscaba ojivas .257, que era lo que usaba en mi cóndor, por lo que termine, de alguna manera, dando un paso atrás en mis practicas de tiro, es decir, a utilizar pellets como estándar y ajustarme a distancias mas cercanas.
En México el tiro no se encuentra presente como disciplina, sino como un gusto adquirido, y es bastante difícil adquirir mercancía relativa al deporte, sin contar que algunos proveedores abusan del alto costo o tienen un pésimo servicio al cliente, y no me refiero a las armas específicamente, sino a cualquier mercancía que se compra. Para ratos amargos, co2airguns, ahora bajo otro nombre, quizá ustedes lectores hayan tenido alguna eventualidad con ellos, sin ser especifico de que tipo.
A lo largo de estas experiencias he hallado excelentes proveedores (espero tengan recomendaciones), los cuales han tenido una atención más personal en lo que venden, como dan su soporte, y como te ofrecen de primera mano artículos de calidad. Son personas que también tiran y gustan de las diferentes prácticas de tiro, quizá de ahí su trato amable y personalizado.
A todo esto, que platico, quiero referirme a que la disciplina la hacemos nosotros, y el mercado lo hacemos nosotros, es decir, el airgun en México es relativamente nuevo, y espero esos proveedores nacionales crezcan a grado de hacer más accesible el deporte.
Me despido de ustedes, en espera de estar presente de manera mas rutinaria en los foros y aprender de los buenos tiradores y armeros que se andan por ahí, y quizá, juntarnos a tirar.
Juan T.
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