LA BURRA DE TIA CLETA Y EL POETA INCULTO,,,,,,,,,,,,,,
Quise sentarme a escribir
una elocuente poesía,
mas por culpa de la ortografía
estuve a un tris de desistir,
porque les digo y les cuento,
que no supe vislumbrar
si echo estaba bien o mal
o si amor llevaba acento,
o si el hecho era escaparme
de la línea o del renglón,
o si era un papelón
ver una vaca con cuero,
o si era una exigencia
que arriba de la diligencia
fuera sentado un baquero,
o aquel que hacía de arriero
por el campo y sin estacas
fuera un vaquero con bacas
que iban para el matadero.
Después empezó el problema
de la a la y y la u
y si acentuaba el tu
o el tutú era un vestido
o simplemente el sentido
de doblez de un tartamudo,
o si tan solo era el nudo
del miedo por dar la lata
al expresar sentimientos,
o si era el asfixiamiento
del nudo de la corbata.
Mas no terminaron allí
todas mis tribulaciones
pues lo que armé compasiones
supuse que estaba errado
y que los doctos letrados
no tendrían con pasiones,
pues quienes han estudiado
la jerga del castellano
saben muy bien que la mano
es pronta en hacer horrores
¿o tal vez se dice errores
o herreros de los peores?.
La razón de este teorema
que a algunos mueve a la risa,
es que tenía gran prisa
en terminar mi poema
o este espectro de poesía,
donde la ortografía
no tiene gran fundamento
pues yo escribí lo que siento
más allá de los preceptos,
ya que sostengo el concepto
de escribir por lo sentido
y no por el desmedido
afán de ser erudito,
y lo digo sin resabios,
sin odios y sin pruritos,
pero aquel que se cree sabio
ES NECIO HASTA EL INFINITO.