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Miembro de la Vieja Guardia
Acusan al Ejército de fusilar a 22 plagiarios
Cristina González Godinez
AGENCIA REFORMA
Elementos del Ejército mexicano habrían fusilado dentro de una bodega a los 22 presuntos secuestradores fallecidos el pasado 30 de junio en Tlatlaya, Estado de México.
Según una investigación de la revista Esquire México, una de las supuestas secuestradas rescatadas, quien fue testigo de los hechos, aseguró que los militares interrogaron y asesinaron a 21 hombres y una mujer menor de edad, quienes ya se habían rendido ante el Ejército.
Ese día, Sedena informó que, alrededor de las 5:30 horas, los militares realizaban un recorrido por la comunidad de Cuadrilla Nueva, en Tlatlaya, cuando encontraron una bodega que era custodiada por personas armadas, las cuales comenzaron a disparar en su contra.
Ante el ataque, según la Sedena, los soldados repelieron la agresión y mataron a los 22 presuntos delincuentes, mientras que un militar resultó herido.
Imploraron por su vida
Dentro de la bodega, las Fuerzas Armadas encontraron a tres mujeres, quienes dijeron estar secuestradas y fueron puestas a disposición de autoridades judiciales del Estado de México en calidad de presentadas.
Sin embargo, la investigación de Esquire México indica que, tras un enfrentamiento inicial en que murió un joven, el resto salió de la bodega para rendirse ante los militares.
"Ellos (los soldados) decían que se rindieran y los muchachos decían que les perdonaran la vida. Entonces (los soldados) dijeron: '¿No que muy machitos, hijos de su puta madre? ¿No que muy machitos?'.
Así les decían los militares cuando ellos salieron (de la bodega). Todos salieron. Se rindieron, definitivamente se rindieron.
La coaccionaron
"Entonces les preguntaban cómo se llamaban y los herían, no los mataban. Yo decía que no lo hicieran, que no lo hicieran, y ellos decían que 'esos perros no merecen vivir'. (.) Luego los paraban así en hilera y los mataban", narró la testigo a la publicación. Érika, la menor de edad fallecida, fue herida en una pierna durante el enfrentamiento y "rematada" por los soldados mientras estaba en el piso, sostuvo la testigo.
Según el certificado de defunción y el testimonio otorgado a la publicación por uno de los médicos que vio el cadáver, Érika falleció por un "tiro de gracia" que perforó su corazón y un pulmón.
Explicó que estuvo retenida una semana en la Procuraduría de Toluca y en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
Funcionarios de la Marina y las Procuradurías tanto federal como la estatal, refirió, la coaccionaron para decir que los muertos eran delincuentes, para firmar documentos, y para fotografiarla junto a las armas incautadas en la bodega.
Exige aclarar masacre
Human Rights Watch (HRW) condenó la presunta ejecución extrajudicial de 22 civiles por parte de elementos del Ejército en Tlatlaya, Estado de México.
En referencia a lo publicado por la revista Esquire México, José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas, consideró indispensable que se hagan públicos los avances en la investigación de los hechos registrados el 30 de junio.
"Lo ocurrido en Tlatlaya reflejaría que estamos ante la peor masacre de civiles por parte de militares de este sexenio", dijo.
La organización cuestionó la versión oficial, de los 22 delincuentes muertos, mientras que sólo un militar resultó herido.
--- AMC
Cristina González Godinez
AGENCIA REFORMA
Elementos del Ejército mexicano habrían fusilado dentro de una bodega a los 22 presuntos secuestradores fallecidos el pasado 30 de junio en Tlatlaya, Estado de México.
Según una investigación de la revista Esquire México, una de las supuestas secuestradas rescatadas, quien fue testigo de los hechos, aseguró que los militares interrogaron y asesinaron a 21 hombres y una mujer menor de edad, quienes ya se habían rendido ante el Ejército.
Ese día, Sedena informó que, alrededor de las 5:30 horas, los militares realizaban un recorrido por la comunidad de Cuadrilla Nueva, en Tlatlaya, cuando encontraron una bodega que era custodiada por personas armadas, las cuales comenzaron a disparar en su contra.
Ante el ataque, según la Sedena, los soldados repelieron la agresión y mataron a los 22 presuntos delincuentes, mientras que un militar resultó herido.
Imploraron por su vida
Dentro de la bodega, las Fuerzas Armadas encontraron a tres mujeres, quienes dijeron estar secuestradas y fueron puestas a disposición de autoridades judiciales del Estado de México en calidad de presentadas.
Sin embargo, la investigación de Esquire México indica que, tras un enfrentamiento inicial en que murió un joven, el resto salió de la bodega para rendirse ante los militares.
"Ellos (los soldados) decían que se rindieran y los muchachos decían que les perdonaran la vida. Entonces (los soldados) dijeron: '¿No que muy machitos, hijos de su puta madre? ¿No que muy machitos?'.
Así les decían los militares cuando ellos salieron (de la bodega). Todos salieron. Se rindieron, definitivamente se rindieron.
La coaccionaron
"Entonces les preguntaban cómo se llamaban y los herían, no los mataban. Yo decía que no lo hicieran, que no lo hicieran, y ellos decían que 'esos perros no merecen vivir'. (.) Luego los paraban así en hilera y los mataban", narró la testigo a la publicación. Érika, la menor de edad fallecida, fue herida en una pierna durante el enfrentamiento y "rematada" por los soldados mientras estaba en el piso, sostuvo la testigo.
Según el certificado de defunción y el testimonio otorgado a la publicación por uno de los médicos que vio el cadáver, Érika falleció por un "tiro de gracia" que perforó su corazón y un pulmón.
Explicó que estuvo retenida una semana en la Procuraduría de Toluca y en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
Funcionarios de la Marina y las Procuradurías tanto federal como la estatal, refirió, la coaccionaron para decir que los muertos eran delincuentes, para firmar documentos, y para fotografiarla junto a las armas incautadas en la bodega.
Exige aclarar masacre
Human Rights Watch (HRW) condenó la presunta ejecución extrajudicial de 22 civiles por parte de elementos del Ejército en Tlatlaya, Estado de México.
En referencia a lo publicado por la revista Esquire México, José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas, consideró indispensable que se hagan públicos los avances en la investigación de los hechos registrados el 30 de junio.
"Lo ocurrido en Tlatlaya reflejaría que estamos ante la peor masacre de civiles por parte de militares de este sexenio", dijo.
La organización cuestionó la versión oficial, de los 22 delincuentes muertos, mientras que sólo un militar resultó herido.
--- AMC