carl73
Miembro de la Vieja Guardia
Me gusto este texto, no se descubre nada nuevo ni es un concienzudo analisis pero la forma de expresarlo me cayo bien, se los dejo a su consideracion:
Asalariados de mierda
Contra lo que pueda pensarse al leer el encabezado, la parte principal de mi colaboración no va a estar dedicada a las tristemente célebres Ladies de Polanco, Azalea Ojeda, ex Big Brother, güey, licenciada en idiomas -aunque usted no lo crea- según consta en su ficha biográfica proporcionada a la producción de este programa de televisión y María Vanessa Polo Cajica, quien en el 2004 ganó el certamen Nuestra Belleza Puebla, a la que sólo por hoy llamaremos Miss Camote. Como ustedes saben estas bellas damitas se convirtieron en trending topic en Twitter por agredir verbalmente a un grupo de policías en las calles de Masaryk y Lafontaine, en la colonia Polanco, de ahí el irónico mote.
Se ha cuestionado el hecho de que los policías hayan permanecido serenos y sin repeler la acometida lingüística de las distinguidas señoras. Para mí los uniformados obraron con prudencia digna de encomio. cop:
Si hubieran contestado con violencia el ataque oral de las reinas -de copas- en este momento estaríamos hablando de la brutalidad policiaca. ¿Cómo es posible -más de alguno se preguntaría escandalizado- que existan individuos que abusen de su autoridad para someter con lujo de violencia a dos conocidas y populares actrices y modelos de amplia y conocida trayectoria, cuyo único pecado fue el de tomarse dos que tres copitas? En contraste, la actitud laxa de los guardianes del orden ha suscitado la crítica por parte de la sociedad que los ha calificado. de blandengues. Total, que los acólitos de Satán -Gabriel Vargas dixit-, se comporten como se comporten de todos modos Juan se llaman.
Este textoservidor quiere poner las cosas en su lugar para terminar con este manido tema: Si bien las chicas usaron un lenguaje altisonante al llamar a los uniformados “pinches asalariados de mierda”. La frase no es tan peyorativa como parece a simple vista, razón por la cual los gendarmes ni las tocaron. A pesar del primer adjetivo y el complemento propositivo de la frase, el calificativo asalariado, en las actuales circunstancias económicas del país, no es insulto sino motivo de presunción.
Flojos pero costosos
Mi encabezado alude a nuestros legisladores, que perciben salarios muy altos, lo que los convierte en los congresistas más caros del mundo en relación costo-beneficio. El ingreso mensual de cada uno de nuestros 500 diputados federales es, según consignan Martha Martínez y Jésica Zermeño en el diario Reforma, de 197,000 pesos y el de los 128 senadores supera los 228,000:angryf:. Su dieta fija es de 75,631 pesos para los primeros y 127,000 para los segundos, a los cuales se suman ingresos por asistencia legislativa -¿qué no es su obligación asistir?-, atención ciudadana -¿cuál?-, vales de despensa -no incluyen los sapos que se tragan-, apoyo para transporte terrestre, apoyo para informes de labores -¿cuáles?-, telefonía celular y vales para los restaurantes de las cámaras. También reciben aportaciones para sus fondos de ahorro, seguro de vida, seguro de gastos médicos -que vayan al ISSSTE como cualquier trabajador del Estado-, boletos de avión, aguinaldo -faltaba más-, gastos funerarios -aquí habrá que decir “en su favor”, que éstos sólo se les dan en casos de defunción- asesores y secretarias.
:above:
Estos sueldos y prestaciones son cobrados durante todo el año a pesar de que las labores legislativas sólo se realizan primordialmente en los periodos ordinarios -septiembre-noviembre y febrero-abril-.
El resto del tiempo, en teoría, trabajan los que forman parte de la Comisión Permanente. Durante el actual receso, 124 días que terminan pasado mañana al reanudarse las sesiones ordinarias, de las 44 comisiones del H -de huevones- Congreso de la Unión, solamente 11 tuvieron actividad. La Comisión Permanente sólo sesionó, en este lapso, 18 veces, en las que nunca estuvieron presentes la totalidad de los 37 integrantes. La Comisión de Gobernación se reunió para aprobar, en lo general, la Ley de Seguridad Nacional, pero las comisiones de Puntos Constitucionales y del Trabajo ni siquiera fueron convocadas para dictaminar las urgentes reformas laboral y política. Por lo que respecta a los tres consejeros del IFE que desde hace 300 días hacen falta, su nombramiento sigue pendiente.
En resumen, nuestros legisladores que, supuestamente, son nuestros empleados, nos están viendo la cara. Por lo tanto, en mi carácter de ciudadano propongo despedirlos. Total, ¿para lo qué hacen?
Por supuesto que lo anterior es imposible, el Estado mexicano está compuesto de tres poderes y no podemos prescindir del Legislativo (del Judicial ya hablaremos, ésos cobran como si trabajaran para todos los que les pagamos su desmesurado sueldo y en realidad sólo trabajan para los que les pagan -por fuera-). Pero si es cierto la campaña de spots que profusamente escuchamos por la radio que dice: “El Senado responde”, donde se afirma que este órgano gubernamental escucha las propuestas ciudadanas, propongámosles que se reduzcan dos cosas: uno el número de legisladores y dos sus altos emolumentos. Estados Unidos de Norteamérica, con una población más de tres veces superior a la nuestra, sólo tienen en su Congreso 421 diputados y 100 senadores. ¿Por qué no reducir a la mitad los diputados? Se pondrían de acuerdo más rápido. ¿Por qué no reducir a 96 los senadores -3 que son un madral- por cada entidad federativa? Es decir, eliminar a los que llegan a su escaño por mayoría relativa.
Ahora, si se empeñan en seguir como estamos con 500 diputados federales y 128 senadores de la República por qué no les planteamos que trabajen ad honorem -expresión latina que se usa para significar cualquier actividad que se ejerza sin percibir ninguna retribución económica. Literalmente enuncia: por la honra, por el prestigio, por la satisfacción personal que la tarea brinda. O dicho de manera popular, trabajar chin-goce de sueldo.
No ha de faltar quien al leer este texto piense que acabo de regresar de una fiesta con las Ladies de Polanco, les juro que no. Tengo 12 años, tres meses y 19 días sin tomar alcohol y sin meterme ninguna sustancia que altere mi percepción. Pero les juro por las cenizas de mi padre que fumaba un chingo -y yo sigo su ejemplo-, que de cumplirse este deseo ciudadano volveré a ponerme hasta las chanclas, aunque termine en El Torito gritándoles a los policías: “Pinches asalariados de mierda, deberían ser como nuestros legisladores que no cobran por trabajar”.
Monterrey
Todo lo hasta aquí redactado, amable lector, lo he realizado sólo para evadir el tema insoslayable de lo ocurrido en Monterrey. ¿No estará ya cansado el presidente Calderón de vestir de luto y salir a los medios, se le ve consternado de verdad, a dar pésames y girar instrucciones para que se aplique todo el rigor de la ley, que nadie quede impune y hacer un llamado a la unidad nacional?
A fuerza de repetir su discurso, se ha vuelto rutina en la que sólo cambia el orden de los adjetivos; sube el tono de las amenazas y no ceja en su pertinaz estrategia. Luego de los indignantes acontecimientos sucedidos en la otrora orgullosa Sultana del Norte, que hoy se debate en la profunda tristeza, vimos a un Felipe Calderón verdaderamente conmovido y preocupado, inerme, pero incapaz de aceptar su fracaso: Tan lejos de Dios y tan cerca de su V Informe.
Mientras tanto su antecesor, aquel que durante su mal gobierno dejara escapar a El Chapo Guzmán de Puente Grande, el mismo que durante su administración permitió que los centros de apuestas remotas se convirtieran en verdaderos casinos -desplumaderos con maquinitas engaña bobos- desde la comodidad de su Rancho San Cristóbal se propone como “la voz que convoca -con boca cerrada estaría mejor- a México entero a un camino de paz armonía y no violencia”, y sugiere una tregua y una amnistía
elos:¿sabrá lo qué significa esta la palabra? -para los grupos criminales que nos azotan. Un acto de amnistía se realiza en un momento de cambios sociales o políticos y se asocia al perdón a presos políticos o prisioneros de guerra, no para dar impunidad a delincuentes, como es el caso.
Lo menos que se merece el orate de San Cristóbal es que Calderón, que se ha pasado de buena gente con él, le diga: “Ya cállate chachalaca”.zip:
Asalariados de mierda | El Economista
Asalariados de mierda
Contra lo que pueda pensarse al leer el encabezado, la parte principal de mi colaboración no va a estar dedicada a las tristemente célebres Ladies de Polanco, Azalea Ojeda, ex Big Brother, güey, licenciada en idiomas -aunque usted no lo crea- según consta en su ficha biográfica proporcionada a la producción de este programa de televisión y María Vanessa Polo Cajica, quien en el 2004 ganó el certamen Nuestra Belleza Puebla, a la que sólo por hoy llamaremos Miss Camote. Como ustedes saben estas bellas damitas se convirtieron en trending topic en Twitter por agredir verbalmente a un grupo de policías en las calles de Masaryk y Lafontaine, en la colonia Polanco, de ahí el irónico mote.
Se ha cuestionado el hecho de que los policías hayan permanecido serenos y sin repeler la acometida lingüística de las distinguidas señoras. Para mí los uniformados obraron con prudencia digna de encomio. cop:
Si hubieran contestado con violencia el ataque oral de las reinas -de copas- en este momento estaríamos hablando de la brutalidad policiaca. ¿Cómo es posible -más de alguno se preguntaría escandalizado- que existan individuos que abusen de su autoridad para someter con lujo de violencia a dos conocidas y populares actrices y modelos de amplia y conocida trayectoria, cuyo único pecado fue el de tomarse dos que tres copitas? En contraste, la actitud laxa de los guardianes del orden ha suscitado la crítica por parte de la sociedad que los ha calificado. de blandengues. Total, que los acólitos de Satán -Gabriel Vargas dixit-, se comporten como se comporten de todos modos Juan se llaman.
Este textoservidor quiere poner las cosas en su lugar para terminar con este manido tema: Si bien las chicas usaron un lenguaje altisonante al llamar a los uniformados “pinches asalariados de mierda”. La frase no es tan peyorativa como parece a simple vista, razón por la cual los gendarmes ni las tocaron. A pesar del primer adjetivo y el complemento propositivo de la frase, el calificativo asalariado, en las actuales circunstancias económicas del país, no es insulto sino motivo de presunción.
Flojos pero costosos
Mi encabezado alude a nuestros legisladores, que perciben salarios muy altos, lo que los convierte en los congresistas más caros del mundo en relación costo-beneficio. El ingreso mensual de cada uno de nuestros 500 diputados federales es, según consignan Martha Martínez y Jésica Zermeño en el diario Reforma, de 197,000 pesos y el de los 128 senadores supera los 228,000:angryf:. Su dieta fija es de 75,631 pesos para los primeros y 127,000 para los segundos, a los cuales se suman ingresos por asistencia legislativa -¿qué no es su obligación asistir?-, atención ciudadana -¿cuál?-, vales de despensa -no incluyen los sapos que se tragan-, apoyo para transporte terrestre, apoyo para informes de labores -¿cuáles?-, telefonía celular y vales para los restaurantes de las cámaras. También reciben aportaciones para sus fondos de ahorro, seguro de vida, seguro de gastos médicos -que vayan al ISSSTE como cualquier trabajador del Estado-, boletos de avión, aguinaldo -faltaba más-, gastos funerarios -aquí habrá que decir “en su favor”, que éstos sólo se les dan en casos de defunción- asesores y secretarias.
:above:
Estos sueldos y prestaciones son cobrados durante todo el año a pesar de que las labores legislativas sólo se realizan primordialmente en los periodos ordinarios -septiembre-noviembre y febrero-abril-.
El resto del tiempo, en teoría, trabajan los que forman parte de la Comisión Permanente. Durante el actual receso, 124 días que terminan pasado mañana al reanudarse las sesiones ordinarias, de las 44 comisiones del H -de huevones- Congreso de la Unión, solamente 11 tuvieron actividad. La Comisión Permanente sólo sesionó, en este lapso, 18 veces, en las que nunca estuvieron presentes la totalidad de los 37 integrantes. La Comisión de Gobernación se reunió para aprobar, en lo general, la Ley de Seguridad Nacional, pero las comisiones de Puntos Constitucionales y del Trabajo ni siquiera fueron convocadas para dictaminar las urgentes reformas laboral y política. Por lo que respecta a los tres consejeros del IFE que desde hace 300 días hacen falta, su nombramiento sigue pendiente.
En resumen, nuestros legisladores que, supuestamente, son nuestros empleados, nos están viendo la cara. Por lo tanto, en mi carácter de ciudadano propongo despedirlos. Total, ¿para lo qué hacen?
Por supuesto que lo anterior es imposible, el Estado mexicano está compuesto de tres poderes y no podemos prescindir del Legislativo (del Judicial ya hablaremos, ésos cobran como si trabajaran para todos los que les pagamos su desmesurado sueldo y en realidad sólo trabajan para los que les pagan -por fuera-). Pero si es cierto la campaña de spots que profusamente escuchamos por la radio que dice: “El Senado responde”, donde se afirma que este órgano gubernamental escucha las propuestas ciudadanas, propongámosles que se reduzcan dos cosas: uno el número de legisladores y dos sus altos emolumentos. Estados Unidos de Norteamérica, con una población más de tres veces superior a la nuestra, sólo tienen en su Congreso 421 diputados y 100 senadores. ¿Por qué no reducir a la mitad los diputados? Se pondrían de acuerdo más rápido. ¿Por qué no reducir a 96 los senadores -3 que son un madral- por cada entidad federativa? Es decir, eliminar a los que llegan a su escaño por mayoría relativa.
Ahora, si se empeñan en seguir como estamos con 500 diputados federales y 128 senadores de la República por qué no les planteamos que trabajen ad honorem -expresión latina que se usa para significar cualquier actividad que se ejerza sin percibir ninguna retribución económica. Literalmente enuncia: por la honra, por el prestigio, por la satisfacción personal que la tarea brinda. O dicho de manera popular, trabajar chin-goce de sueldo.
No ha de faltar quien al leer este texto piense que acabo de regresar de una fiesta con las Ladies de Polanco, les juro que no. Tengo 12 años, tres meses y 19 días sin tomar alcohol y sin meterme ninguna sustancia que altere mi percepción. Pero les juro por las cenizas de mi padre que fumaba un chingo -y yo sigo su ejemplo-, que de cumplirse este deseo ciudadano volveré a ponerme hasta las chanclas, aunque termine en El Torito gritándoles a los policías: “Pinches asalariados de mierda, deberían ser como nuestros legisladores que no cobran por trabajar”.
Monterrey
Todo lo hasta aquí redactado, amable lector, lo he realizado sólo para evadir el tema insoslayable de lo ocurrido en Monterrey. ¿No estará ya cansado el presidente Calderón de vestir de luto y salir a los medios, se le ve consternado de verdad, a dar pésames y girar instrucciones para que se aplique todo el rigor de la ley, que nadie quede impune y hacer un llamado a la unidad nacional?
A fuerza de repetir su discurso, se ha vuelto rutina en la que sólo cambia el orden de los adjetivos; sube el tono de las amenazas y no ceja en su pertinaz estrategia. Luego de los indignantes acontecimientos sucedidos en la otrora orgullosa Sultana del Norte, que hoy se debate en la profunda tristeza, vimos a un Felipe Calderón verdaderamente conmovido y preocupado, inerme, pero incapaz de aceptar su fracaso: Tan lejos de Dios y tan cerca de su V Informe.
Mientras tanto su antecesor, aquel que durante su mal gobierno dejara escapar a El Chapo Guzmán de Puente Grande, el mismo que durante su administración permitió que los centros de apuestas remotas se convirtieran en verdaderos casinos -desplumaderos con maquinitas engaña bobos- desde la comodidad de su Rancho San Cristóbal se propone como “la voz que convoca -con boca cerrada estaría mejor- a México entero a un camino de paz armonía y no violencia”, y sugiere una tregua y una amnistía
elos:¿sabrá lo qué significa esta la palabra? -para los grupos criminales que nos azotan. Un acto de amnistía se realiza en un momento de cambios sociales o políticos y se asocia al perdón a presos políticos o prisioneros de guerra, no para dar impunidad a delincuentes, como es el caso.Lo menos que se merece el orate de San Cristóbal es que Calderón, que se ha pasado de buena gente con él, le diga: “Ya cállate chachalaca”.zip:
Asalariados de mierda | El Economista