Cuando estudie diseño aprendí que Arte es cualquier actividad u obra única realizada por el ser humano con maestría, con una finalidad de expresión emocional (no confundir con las 7 bellas artes). La obra resultante ha de ser única e irrepetible ya que si se produjera en serie se convertiría en una artesanía; su proceso debe ser realizado con maestría, cosa que nos brinda la experiencia, el esmero y la dedicación. Un artista con su capacidad, habilidad y talento muestra amor y respeto hacia su obra y la considera un tesoro personal cuyo valor sentimental es invaluable.
Aquí es donde interviene mi recapacitación, al mezclar estos dos conceptos: Arte y Caza… Todos sabemos que a cacería es un deporte, pero acaso ¿la cacería no podría ser considerada un arte?.
Aquí mis deducciones: Un verdadero cazador se preocupa por realizar con maestría su actividad, cosa que solo su experiencia, dedicación y habilidad le brindarán.
Un verdadero cazador incluye en su actividad las emociones mas intensas: desde el instinto, el amor, la alegria y hasta la tristeza o la ira: el amor por la naturaleza, el amor por su deporte, la intriga en la espera, la angustia en el tiempo que pasa, la ira en el tiro fallido, la alegria y la tristeza por su presa (el eterno dilema entre la libertad y la posesión), la adrenalina que se descarga, todo esto que debe ser dominado por la concentración en el tiro y que me dicen de la nostalgia ante el recuerdo.
Un cazador persigue una obra, un logro personal único e invaluable: su cacería; es única porque cada una es diferente, jamás podrá ser idéntica a otra, puede ser el mismo lugar, la misma arma pero no la misma presa, siempre habrá diversas variaciones, desde las climáticas, nuestro acomodo para el tiro, hasta la forma en que abatimos o cobramos nuestra pieza de caza. Tambien buscaremos inmortalizar el momento (mostrando en todo momento amor, respeto y admiración por nuestra presa); algunos capturándolo en video ó fotografía, otros llevando al animal al taxidermista, otros consumiendolo en forma de alimento y todos atesorando esas imágenes, esos recuerdos, ese olor, ese momento en lo mas profundo de nuestra mente y corazón; Ahora bien, diganme ¿quien no admira la majestuosidad, el vuelo, la velocidad, la agilidad, la belleza o hasta la ferocidad de nuestra especie de caza?
Con todo esto, la cacería adquiere un carácter espiritual, solo nosotros habremos vivido el momento, solo nosotros sabremos lo que hemos pasado para llegar al final, solo nosotros sabremos cuanto hemos invertido en ello y cuanto nos satisfizo o cuanto nos ha desepcionado... Por último, un artista no siempre obtiene en su obra los resultados deseados, ¿alguna vez les ha ocurrido?... que no obtienen los resultados esperados? Y aun así mantenemos ese gusto, esa dedicación y ese amor por culminar nuestra obra: la cacería.