miguegg
Miembro de la Vieja Guardia
Un día descubrí que estaban dando en adopción una linda perra de caería, como ya conocía la raza de dicha perra me dedique a estar marcando al número telefónico que aparecía en el anuncio, pues era la misma raza de una perra que tengo para cacería.
Me pase toda la tarde marcando al número telefónico y nada que me contestaban, cansado de intentar y casi sin crédito en mi celular decidí marcarle a un “amigo” para comentarle de dicho descubrimiento, le dije- “amigo” están dando en adopción a una perra de la misma raza que mi perra “luka” estoy sin crédito en mi celular y no he podido contactarme con “xxxxx” pudieras hacerme el favor de contactarla y pedirle la perra en adopción, así tendremos mas perros para cuando salgamos de cacería, a lo que él me respondió: cuenta con ella, yo la contacto y te la llevo en cuanto la tenga.
Quede muy complacido pues mi “amigo” y compañero de cacería me conseguiría la perra.
Pasaron los días y no recibía respuesta de mi “amigo”, así que decidí llamarle a su casa y preguntarle por la perra en adopción a lo cual me dijo: “la perra ya está conmigo te la llevo el fin de semana”, se llego el fin de semana acordado y me la “trajo” pero solo por unas horas porque se la volvió a llevar, me quede intrigado y le pregunte qué: ¿qué pasaba? A lo que me respondió ya me encariñe con ella y me la llevo de regreso a mi casa, sabiendo el tipo de perros que son me dije a mí mismo “son muy nobles y cariñosos por eso se encariño con la perra” así que llegamos a un acuerdo verbal, mi “amigo” se quedaba con la perra y yo con la primer camada.
Paso el tiempo y descubrí que el cariño no era por la perra en sí, si no por lo que podría redituarle la perra como negocio, pues los cachorros son muy cotizados, pario la perra, se llego el tiempo del destete, se anunciaron a la venta y nada, no se pudo concretar la venta de ningún cachorro, ahora los cachorros se darán en adopción pues no hubo compradores.
Moraleja: “más vale la amistad que cualquier cantidad de promesas”
saludos
Me pase toda la tarde marcando al número telefónico y nada que me contestaban, cansado de intentar y casi sin crédito en mi celular decidí marcarle a un “amigo” para comentarle de dicho descubrimiento, le dije- “amigo” están dando en adopción a una perra de la misma raza que mi perra “luka” estoy sin crédito en mi celular y no he podido contactarme con “xxxxx” pudieras hacerme el favor de contactarla y pedirle la perra en adopción, así tendremos mas perros para cuando salgamos de cacería, a lo que él me respondió: cuenta con ella, yo la contacto y te la llevo en cuanto la tenga.
Quede muy complacido pues mi “amigo” y compañero de cacería me conseguiría la perra.
Pasaron los días y no recibía respuesta de mi “amigo”, así que decidí llamarle a su casa y preguntarle por la perra en adopción a lo cual me dijo: “la perra ya está conmigo te la llevo el fin de semana”, se llego el fin de semana acordado y me la “trajo” pero solo por unas horas porque se la volvió a llevar, me quede intrigado y le pregunte qué: ¿qué pasaba? A lo que me respondió ya me encariñe con ella y me la llevo de regreso a mi casa, sabiendo el tipo de perros que son me dije a mí mismo “son muy nobles y cariñosos por eso se encariño con la perra” así que llegamos a un acuerdo verbal, mi “amigo” se quedaba con la perra y yo con la primer camada.
Paso el tiempo y descubrí que el cariño no era por la perra en sí, si no por lo que podría redituarle la perra como negocio, pues los cachorros son muy cotizados, pario la perra, se llego el tiempo del destete, se anunciaron a la venta y nada, no se pudo concretar la venta de ningún cachorro, ahora los cachorros se darán en adopción pues no hubo compradores.
Moraleja: “más vale la amistad que cualquier cantidad de promesas”
saludos
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