masterblaster
Miembro de la Vieja Guardia
- Registrado
- 5 Feb 2008
- Mensajes
- 213
- Likes recibidos
- 1
Esto es pura leyenda…..
Los misterios de la inspección de calidad de la soldadura.
Jamás me imagine en mi vida, todas las cosas que tiene que saber hacer un inspector de calidad, hasta el momento que me tocó que me recibieran unos equipos, ahí supe lo que era bueno, no bien el inspector de calidad de pintura me pateaba el trasero, cuando el inspector de calidad de soldadura hacia lo mismo, y más fuerte, y me mandaba con otro, y con otro, y el resultado era el mismo, si, fue una experiencia traumática, pero a través de la bola de madrazos y la niebla de la semi inconsciencia, también supe de algo, algo que no es de este mundo.
Esta es la historia de como nació la leyenda de un experto en calidad, cuyo apellido en griego se podría interpretar como “aquel que porta la corona”, o con una interpretación mas libre, “el rey”, se trata de un ya no tan joven ingeniero, pero muy inteligente, sagaz, con amplio y experto criterio, y muy bien preparado académicamente, con otras habilidades como el ser un experto cocinero (concursante de master chef), arte marcialista en cinco estilos diferentes y muchas cosas más, todo un “special forcé”, su inquieta y fértil mente, le permite tener infinidad de certificados y cursos de acreditación en muy diversas especialidades de inspección de calidad, que aquí no voy a mencionar, porque son un chingo, en este cruento corto solo se va a plasmar como inicio su leyenda, entre sus debilidades se cuenta que fácilmente se pone al borde de la depresión cuando falla una o dos preguntas en un examen de cincuenta, y eso que no son fallas de plano, son de criterio y ahí rescata medio puntito, pero bueno, así es el. Pero en los momentos de su ingreso a los anales (ohhh, así se dice, no es albur), de las leyendas de la inspección, se desempeñaba como inspector de soldadura, siempre activo y profesional, cargando una lamparita casi mágica que le mostraba cada una de las imperfecciones, una serie de aparatos de medición muy raros para el común de la gente, y se sospecha que el tenía la patente de algunos de ellos.
Debería estar dando clases en una universidad o en algún puesto muy alto, pero, como puedes ascender a alguien que no puedes sustituir?, así es la vida.
Un dia, un envidioso, de esos que nunca faltan, queriendo dejarlo mal, lo llamo de emergencia para inspeccionar una soldadura, la primera prueba, la inspección visual, y no le comentó a nadie, que lo acompañaba un certificador de calidad internacional, para ver sus errores y dejarlo en ridículo, ante un montón de testigos, y que ahí va nuestro héroe, y sin temor a nada, se consigue un cartón (su “camita”), para tirarse en el suelo y hacer la inspección a conciencia hasta en los más recónditos lugares, y empieza, como es un profesional, a medida que su penetrante mirada recorre milímetro a milímetro la soldadura, da una explicación, “miren, hasta aquí vamos bien, hay unos detallitos, mínimos, no afectan al total de la calidad, pero son notables”, “a ver, explíquese”, dice el envidioso jefe, “por ejemplo, en esta esquina, usaron una boquilla grande y les dio trabajo soldar, hubieran usado una boquilla del 6, o mejor del 4 y habría quedado perfecta, aquí por ejemplo, levanto el electrodo de golpe, y se hizo este pequeño levantamiento, y aquí, el soldador arrastro a la derecha el electrodo, por eso quedo esta línea, en este punto hay una pequeña falta de fusión, según el código bxs345 o el trw21, pudiera ser una observación, pero pasa, miren aquí hay uno de los muy conocidos y famosos poros tipo “araña” de esos cuando haces la prueba no destructiva de líquidos penetrantes, produce una mancha similar a…ya lo dije, una araña, aquí el soldador debió usar un punto 9g, y uso un 6r, pero quedó bien, aquí hay un ligero socavado, pero son milésimas, de acuerdo a la normatividad aplicada, no hay problema, y aquí hicieron una pausa para girar el equipo y bajó de golpe la temperatura”, termina y se incorpora y el jefe lo increpa, “por fin, pasa o no pasa?”, “si pasa, sin problemas”, el envidioso jefe no pierde el tiempo y le dice a su “as bajo la manga”, que ya previamente había inspeccionado la soldadura, “y tú, qué opinas?, esta bien o está mal?”, “mi jefe, la verdad, la soldadura si pasa y yo no detecté ni la mitad de las observaciones del SEÑOR inspector, hasta que el las mencionó; maestro, como le hizo para ver todos esos detalles?”, “es que yo mismo fui soldador y conozco muy bien esta arte, y me quede corto, no mencione otros detalles para no aburrirlos y parecer mamón, pero es más, te puedo decir lo que comió el soldador” (risas de los testigos),”de verdad?”, “si, mira, comió puerco en adobo, tortillas echadas a mano, agua de tamarindo, frijoles refritos, arroz blanco y sopa de verduras y de postre, una oreja de mico de tabasco”, la mitad de la banda se carcajeo, pero el envidioso jefe no estaba conforme, con gesto enérgico le dijo “ve a la oficina a levantar de inmediato el reporte y me lo dejas en mi escritorio para firmar”, no bien había abandonado el lugar nuestro héroe, cuando el jefe ordena “tráiganme aquí al cabrón que soldó esto”, revisan el certificado, encuentran el nombre del susodicho y lo llevan al lugar, y lo interrogan señalando los detalles y preguntándole que pasó, el soldador describe lo que el inspector de soldadura dijo, y no habiendo encontrado fallas o disparidades entre lo declarado por el soldador y el diagnóstico técnico, y no dando su brazo a torcer, se atreve a preguntarle al soldador “y por último, nos puedes decir que comiste?”, “pues no veo que tenga que ver con mi trabajo, pero bueno, lo que comí hoy fue, puerco en adobo, tortillas echadas a mano, agua de tamarindo, frijoles refritos, arroz blanco y sopa de verduras y de postre, una oreja de mico de tabasco”, los testigos enmudecieron, el jefe encabronado disolvió la reunión, ordenando que nadie comentara nada, pero la raza es cabrona, empezó a hablar y ahí inicio la leyenda.
A partir de ese momento, la banda lo miraba pasar en silencio y con respeto, a sus espaldas se decía que casi podía volar y los jefes ya no lo molestaban, los jefes no se le acercaban, ¿¿qué otros poderes ocultos podría tener “la leyenda”??, y temerosos de que los tumbaran del caballo, o de que les sacaran sus trapitos sucios lo evitaban y no lo fastidiaban, quizás por miedo de despertar la furia del semidios, y muchos respiraron aliviados cuando él se mudó a un trabajo más conveniente para él.
Pasaron quince años, y un viejo amigo fue a visitar a “la leyenda”, ambos pensionados, tenían mucho tiempo para platicar, en un momento dado, el amigo le pregunta a “la leyenda”, “oye, te acuerdas cuando inspeccionaste aquella soldadura donde te querían quemar delante todos?, “no manches, y hasta dijiste lo que había comido el soldador?, como lo hiciste?, al tocar la soldadura, esta te transmitía imágenes como flashazos?, o era una voz en tu cerebro?, o era como una película?, o un viaje al pasado?, o era como leer un libro en los archivos akáshicos, dime no seas cabrón, después de ese momento te volviste una leyenda”, “pues mira mano, te voy a decir algo, la soldadura me decía mucho, pero la realidad es que cada soldador tiene su forma de soldar, es única, como la huella digital o como su firma, y yo reconocí la soldadura de mi cuñado, ese dia nos fue a visitar y lo invitamos a almorzar, yo jamás dije que supe lo que se tragó a través de verlo en la soldadura”…….
FIN………FIN?
Los misterios de la inspección de calidad de la soldadura.
Jamás me imagine en mi vida, todas las cosas que tiene que saber hacer un inspector de calidad, hasta el momento que me tocó que me recibieran unos equipos, ahí supe lo que era bueno, no bien el inspector de calidad de pintura me pateaba el trasero, cuando el inspector de calidad de soldadura hacia lo mismo, y más fuerte, y me mandaba con otro, y con otro, y el resultado era el mismo, si, fue una experiencia traumática, pero a través de la bola de madrazos y la niebla de la semi inconsciencia, también supe de algo, algo que no es de este mundo.
Esta es la historia de como nació la leyenda de un experto en calidad, cuyo apellido en griego se podría interpretar como “aquel que porta la corona”, o con una interpretación mas libre, “el rey”, se trata de un ya no tan joven ingeniero, pero muy inteligente, sagaz, con amplio y experto criterio, y muy bien preparado académicamente, con otras habilidades como el ser un experto cocinero (concursante de master chef), arte marcialista en cinco estilos diferentes y muchas cosas más, todo un “special forcé”, su inquieta y fértil mente, le permite tener infinidad de certificados y cursos de acreditación en muy diversas especialidades de inspección de calidad, que aquí no voy a mencionar, porque son un chingo, en este cruento corto solo se va a plasmar como inicio su leyenda, entre sus debilidades se cuenta que fácilmente se pone al borde de la depresión cuando falla una o dos preguntas en un examen de cincuenta, y eso que no son fallas de plano, son de criterio y ahí rescata medio puntito, pero bueno, así es el. Pero en los momentos de su ingreso a los anales (ohhh, así se dice, no es albur), de las leyendas de la inspección, se desempeñaba como inspector de soldadura, siempre activo y profesional, cargando una lamparita casi mágica que le mostraba cada una de las imperfecciones, una serie de aparatos de medición muy raros para el común de la gente, y se sospecha que el tenía la patente de algunos de ellos.
Debería estar dando clases en una universidad o en algún puesto muy alto, pero, como puedes ascender a alguien que no puedes sustituir?, así es la vida.
Un dia, un envidioso, de esos que nunca faltan, queriendo dejarlo mal, lo llamo de emergencia para inspeccionar una soldadura, la primera prueba, la inspección visual, y no le comentó a nadie, que lo acompañaba un certificador de calidad internacional, para ver sus errores y dejarlo en ridículo, ante un montón de testigos, y que ahí va nuestro héroe, y sin temor a nada, se consigue un cartón (su “camita”), para tirarse en el suelo y hacer la inspección a conciencia hasta en los más recónditos lugares, y empieza, como es un profesional, a medida que su penetrante mirada recorre milímetro a milímetro la soldadura, da una explicación, “miren, hasta aquí vamos bien, hay unos detallitos, mínimos, no afectan al total de la calidad, pero son notables”, “a ver, explíquese”, dice el envidioso jefe, “por ejemplo, en esta esquina, usaron una boquilla grande y les dio trabajo soldar, hubieran usado una boquilla del 6, o mejor del 4 y habría quedado perfecta, aquí por ejemplo, levanto el electrodo de golpe, y se hizo este pequeño levantamiento, y aquí, el soldador arrastro a la derecha el electrodo, por eso quedo esta línea, en este punto hay una pequeña falta de fusión, según el código bxs345 o el trw21, pudiera ser una observación, pero pasa, miren aquí hay uno de los muy conocidos y famosos poros tipo “araña” de esos cuando haces la prueba no destructiva de líquidos penetrantes, produce una mancha similar a…ya lo dije, una araña, aquí el soldador debió usar un punto 9g, y uso un 6r, pero quedó bien, aquí hay un ligero socavado, pero son milésimas, de acuerdo a la normatividad aplicada, no hay problema, y aquí hicieron una pausa para girar el equipo y bajó de golpe la temperatura”, termina y se incorpora y el jefe lo increpa, “por fin, pasa o no pasa?”, “si pasa, sin problemas”, el envidioso jefe no pierde el tiempo y le dice a su “as bajo la manga”, que ya previamente había inspeccionado la soldadura, “y tú, qué opinas?, esta bien o está mal?”, “mi jefe, la verdad, la soldadura si pasa y yo no detecté ni la mitad de las observaciones del SEÑOR inspector, hasta que el las mencionó; maestro, como le hizo para ver todos esos detalles?”, “es que yo mismo fui soldador y conozco muy bien esta arte, y me quede corto, no mencione otros detalles para no aburrirlos y parecer mamón, pero es más, te puedo decir lo que comió el soldador” (risas de los testigos),”de verdad?”, “si, mira, comió puerco en adobo, tortillas echadas a mano, agua de tamarindo, frijoles refritos, arroz blanco y sopa de verduras y de postre, una oreja de mico de tabasco”, la mitad de la banda se carcajeo, pero el envidioso jefe no estaba conforme, con gesto enérgico le dijo “ve a la oficina a levantar de inmediato el reporte y me lo dejas en mi escritorio para firmar”, no bien había abandonado el lugar nuestro héroe, cuando el jefe ordena “tráiganme aquí al cabrón que soldó esto”, revisan el certificado, encuentran el nombre del susodicho y lo llevan al lugar, y lo interrogan señalando los detalles y preguntándole que pasó, el soldador describe lo que el inspector de soldadura dijo, y no habiendo encontrado fallas o disparidades entre lo declarado por el soldador y el diagnóstico técnico, y no dando su brazo a torcer, se atreve a preguntarle al soldador “y por último, nos puedes decir que comiste?”, “pues no veo que tenga que ver con mi trabajo, pero bueno, lo que comí hoy fue, puerco en adobo, tortillas echadas a mano, agua de tamarindo, frijoles refritos, arroz blanco y sopa de verduras y de postre, una oreja de mico de tabasco”, los testigos enmudecieron, el jefe encabronado disolvió la reunión, ordenando que nadie comentara nada, pero la raza es cabrona, empezó a hablar y ahí inicio la leyenda.
A partir de ese momento, la banda lo miraba pasar en silencio y con respeto, a sus espaldas se decía que casi podía volar y los jefes ya no lo molestaban, los jefes no se le acercaban, ¿¿qué otros poderes ocultos podría tener “la leyenda”??, y temerosos de que los tumbaran del caballo, o de que les sacaran sus trapitos sucios lo evitaban y no lo fastidiaban, quizás por miedo de despertar la furia del semidios, y muchos respiraron aliviados cuando él se mudó a un trabajo más conveniente para él.
Pasaron quince años, y un viejo amigo fue a visitar a “la leyenda”, ambos pensionados, tenían mucho tiempo para platicar, en un momento dado, el amigo le pregunta a “la leyenda”, “oye, te acuerdas cuando inspeccionaste aquella soldadura donde te querían quemar delante todos?, “no manches, y hasta dijiste lo que había comido el soldador?, como lo hiciste?, al tocar la soldadura, esta te transmitía imágenes como flashazos?, o era una voz en tu cerebro?, o era como una película?, o un viaje al pasado?, o era como leer un libro en los archivos akáshicos, dime no seas cabrón, después de ese momento te volviste una leyenda”, “pues mira mano, te voy a decir algo, la soldadura me decía mucho, pero la realidad es que cada soldador tiene su forma de soldar, es única, como la huella digital o como su firma, y yo reconocí la soldadura de mi cuñado, ese dia nos fue a visitar y lo invitamos a almorzar, yo jamás dije que supe lo que se tragó a través de verlo en la soldadura”…….
FIN………FIN?