La informalidad está en todos los sectores, no hay uno que se salve. Tengo detenido un pago por muchas razones. La primera de todas esas razones es que todos quienes me han atendido tiene la forma de aventarle la bolita a otro. El responsable de pagar se sacude diciendo que su jefe no ha autorizado, el jefe se sacude diciendo que no le han liberado el efectivo, el que libera el efectivo se sacude diciendo que no han recibido pagos y no han recibido pagos porque quienes les deben no les han pagado, pero el responsable de cobrar no cobra porque no le quieren pagar y mientras tanto, todos estos zánganos viven con un valemadrismo increible porque tienen asegurado su mísero sueldo y su aguinaldo y les vale madre hacer cualquier esfuerzo extra porque están sumidos en su zona de confort y por el resto de sus días van a ser empleados de tercera de alguna empresa en la que el patrón está a toda madre jineteandose el dinero de los proveedores, pagando lo que se les da la gana y cuando se les da la gana y explotando a una bola de zánganos conformistas que están muy agusto con su mísero sueldo.
Desgraciadamente la incapacidad mental de las personas los amarra a un escritorio para existir como burócratas que son felices porque encontraron un empleo mal pagado y todo porque en la escuela no estuvieron de acuerdo en esforzarse un poco más para obtener buenas calificaciones y salir con un buen promedio.
Bien dice el dicho, trabaja, lucha y esfuérzate por tus sueños o terminarás de gato de alguien que si logró los suyos.
La informalidad no sólo es de quienes quedan mal con un servicio, cualquiera que este sea, empieza desde el que quiere pagar barato y a destiempo un trabajo y en la medida en que mal pagas un trabajo será la calidad del servicio que recibas.
Lo malo es cuando das tu mejor esfuerzo, haces tu trabajo de la mejor manera y con la mayor calidad, para encontrarte con esta situación.
