Las mujeres que doman a la Bestia.
Hace 17 años, Leonilda Vázquez fundó en su pueblo natal, La Patrona, Veracruz, un grupo de mujeres que dedican su día apoyar a migrantes centroamericanos que viajan en el tren rumbo al norte del país cuyo destino final es cruzar la frontera.
Con 75 años y al frente del grupo de 14 mujeres conocido como Las Patronas, se ha convertido en uno de los ángeles guardianes de quienes viajan en la mole de acero conocida como "La Bestia".
Doña Leonilda, como es conocida, fundó Las Patronas junto a su hija Norma en 1995, año en que desapareció el tren de pasajeros y se empezaron a ver a grupos de personas que viajaban en los vagones del tren carga con destino a Estados Unidos.
"Quien sabe como ha de estar su país que se vienen familias completas en los trenes, luego hasta gente de mi edad", comenta esta mujer, cuyo grupo reparte bolsas con comida, botellas de agua e incluso ropa al paso del tren por su comunidad.
Símbolo de esperanza
Las Patronas preparan diario, sin interrupción, bastimento de comida para los hombres, mujeres y niños que van en los trenes en busca de condiciones mejores condiciones económicas y sociales.
De carácter alegre, con una memoria llena de anécdotas sobre migrantes, de físico delgado, trato dulce y platicadora, Leonila no para durante el día.
Esta mujer se involucra en todo el proceso de ayuda: Cocina, limpia, atienda a los migrantes y visitantes, además de que acude a las vías del tren para pasarle las bolsas con comida a los migrantes. "En esa bestia nadie duerme", dice Doña Leonila viendo el tren a lo lejos.
La Patrona, localidad ubicada a cerca de 15 kilómetros de Cordoba,Veracruz, ha visto nacer y crecer a Leonila. "Yo de aquí no me muero, aquí moriré cuando Dios diga".
Su labor diaria
Son 14 mujeres quienes integran a Las Patronas entre familiares y amigas, todas ellas, trabajadoras y alegres veracruzanas.
Leonila y Norma las fundadoras, Bernarda, Rosa, Clementina, Toña, Victoria, Julia, Leonila y Karla, forman parte de este grupo:
"Empezamos a dar la comida así, pero no nos imaginamos que creciera a tal grado; ahora no solo le damos platicas a los migrantes, sino también a chavos de universidades que nos han invitado, y que gracias a ellos, hemos recibido mucho apoyo".
Doña Leonila Vázquez tuvo 12 hijos, seis de ellos mujeres, todas Patronas. Hoy son tres generaciones de mujeres que desde hace 17 años emprendieron esta labor.
El paso de La Bestia
Las Patronas identifican de dónde viene el tren con solo escuchar su sonido. "Viene de arriba hay que estar atentas al siguiente".
Cuando es tiempo, se acercan con una carretilla llena de botellas de agua, bolsas con pan, arroz, frijol o atún, así como con algo de ropa.
El alimento es donado por empresas, mercados o gente que acude a visitarlas, sin embargo, ellas se rotan cada día para cocinar la comida que entregarán a los migrantes.
En las vías se tiene que estar atento, puede ser que solo pasen uno o dos trenes por día. Esta ocasión pasarán tres, uno a las 11 de la mañana, otro a las 19:30 y el último a las 9 de la noche. El día anterior pasó uno a las 12 pero contenía materiales químicos por lo mismo no iban pasajeros.
En ocasiones, desde la estación de Tierra Blanca les informan la hora a la que "La Bestia" pasará, incluso, algunos maquinistas bajan la velocidad para que las mujeres puedan dar con mayor facilidad los víveres a los pasajeros.
Cuando se acerca el tren, se debe estar alerta porque son segundos para dar las provisiones a los migrantes, centroamericanos principalmente, que viajan en el tren: "En esa bestia nadie duerme", dice Doña Leonila viendo el tren a lo lejos.