Ligero
Miembro de la Vieja Guardia
14 perogrulladas
Jaime Sánchez Susarrey
1 Jun. 13
¿Cómo regularizar las autodefensas? Abriendo un censo de los integrantes, aceptando sus mandos, registrando las armas que poseen y fijando los alcances de sus actividades
Perogrullo 1. No todos los grupos de autodefensa son iguales. Unos están vinculados a las tradiciones indígenas y se conocen como policías comunitarias. Otros, como en Guerrero, vienen de larga data. En Michoacán, particularmente en Tierra Caliente, nacieron del hartazgo de la población frente a las agresiones y extorsiones, primero, de La Familia y, después, de Los Caballeros Templarios.
Perogrullo 2. El Estado mexicano, como suma de niveles de gobierno, municipal, estatal y federal, ha perdido control y es, literalmente, incapaz de garantizar la paz y la seguridad de los habitantes en algunos territorios. Esa incapacidad es la manifestación de algo más grave: presidencias y policías municipales sometidas al crimen organizado.
Perogrullo 3. La estrategia que ha echado a andar el gobierno de la República en Tierra Caliente, particularmente en el municipio de Buenavista, no se diferencia gran cosa de la ofensiva que emprendió Felipe Calderón hace seis años. El dato novedoso es el mando único, bajo un general de la Sedena, pero en esencia se trata de lo mismo: un despliegue de efectivos federales para controlar el desbordamiento del crimen organizado.
Perogrullo 4. Silvano Aureoles, diputado del PRD por Michoacán, ha declarado que el pasado 1o. de diciembre hubo un repliegue de las fuerzas federales en el estado y que, a partir de entonces, Los Caballeros Templarios reconquistaron el terreno y aterrorizaron la zona de Tierra Caliente. Se trató, sin duda alguna, de un grave error que pone en evidencia que el talón de Aquiles del gobierno de la República es la carencia de una estrategia de seguridad.
Perogrullo 5. El secretario de Gobernación se ha ufanado de la facilidad con la que el Ejército "recobró" el control de Tierra Caliente. A lo que ha añadido: las Fuerzas Federales no se retirarán hasta que la zona sea pacificada. Apostilla doble: no hay que confundir repliegue de los delincuentes con solución del problema; bajo Calderón ocurrió exactamente lo mismo hace seis años y Los Caballeros Templarios siguen allí.
Perogrullo 6. No se puede confundir a las autodefensas con el crimen organizado. Porque no es lo mismo portar un arma -aunque sea de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas- para asesinar y extorsionar que para hacer frente a los delincuentes. La detención de algunos integrantes de las autodefensas, por ese solo motivo, fue un grave error.
Perogrullo 7. La solución de fondo en Michoacán, como en el resto de la República, sería la depuración y profesionalización de las policías municipales y estatales, y su reagrupación bajo un mando único. Pero eso se sabía desde hace seis años y es poco o nada lo que se avanzó. Y hoy por hoy, no hay ningún indicio que las cosas serán diferentes. Se puede incluso afirmar que a seis años de la ofensiva de Felipe Calderón, la situación de Tierra Caliente, Michoacán, está peor que entonces.
Perogrullo 8. En un novedoso giro, la Secretaría de Gobernación ha pasado de la condenación de los grupos de autodefensa a la posibilidad de reconocerlos y regularlos. Aunque no se han fijado los lineamientos, se plantea respetarlos e integrarlos, siempre y cuando no anden armados. Pero semejante idea, de desarmarlos, es un contrasentido. Porque el derecho de los ciudadanos a la legítima defensa está consagrado en la Constitución. El artículo 10 les otorga el derecho a poseer un arma para defenderse. Y el artículo 16 los faculta a detener a quien cometa un delito en flagrancia.
Perogrullo 9. El derecho de los ciudadanos de La Ruana y Buenavista Tomatlán debe ser respetado porque así lo prescribe la Constitución. Pero además, porque la presencia de las Fuerzas Federales no podrá mantenerse indefinidamente y porque es iluso suponer que en el corto y mediano plazos se constituirán policías estatales y municipales confiables.
Perogrullo 10. Lo que procede, en consecuencia, es legalizar y regular la existencia de grupos de autodefensa que pueden y deben constituirse en un valladar contra el crimen organizado. De hecho, la eficacia de las autodefensas está probada. Los habitantes de La Ruana y Buenavista Tomatlán sobrevivieron al cerco de Los Caballeros Templarios utilizando sus propios medios. Porque la lentitud con que intervinieron el gobierno local y federal habría conducido al sometimiento o al aniquilamiento de esas poblaciones.
Perogrullo 11. ¿Cómo regularizar las autodefensas? Abriendo un censo de los integrantes, aceptando sus mandos, registrando las armas que poseen y fijando los alcances de sus actividades. Porque, así como se debe reconocer el derecho a la legítima defensa frente al crimen organizado, se debe establecer que los detenidos serán puestos a disposición de las autoridades estatales o federales. Se trataría, en pocas palabras, de reconocer que sus acciones coadyuvarán a la preservación del orden y la paz.
Perogrullo 12. Quienes consideren que dichas organizaciones y acciones atentan contra la esencia del Estado moderno: el monopolio de la violencia física legítima, deben empezar por reconocer que hay una serie de cuerpos de seguridad privados que gozan del derecho de portar armas para proteger a sus clientes. La figura misma de guardaespaldas al servicio de empresarios, o personajes del cine y la televisión, responde a ese formato.
Perogrullo 13. Como parte de ese enfoque debería revisarse la Ley Federal de Armas, que prohíbe que los particulares utilicen los calibres 38 y 9 milímetros para su legítima defensa. Porque, de acuerdo a la experiencia, es indispensable para repeler una agresión con un mínimo de equidad.
Perogrullo 14. Resulta escandaloso que la Secretaría de Gobernación pretenda desarmar a las autodefensas, que no tienen otro propósito que enfrentar al crimen organizado, cuando en 1994 se reconoció del derecho del Ejército Zapatista de Liberación Nacional a conservar y portar armas de uso exclusivo del Ejército en los territorios "liberados" por los guerrilleros.
Conclusión: las autodefensas no deben ser vistas como un problema, sino como una oportunidad.
Jaime Sánchez Susarrey
1 Jun. 13
¿Cómo regularizar las autodefensas? Abriendo un censo de los integrantes, aceptando sus mandos, registrando las armas que poseen y fijando los alcances de sus actividades
Perogrullo 1. No todos los grupos de autodefensa son iguales. Unos están vinculados a las tradiciones indígenas y se conocen como policías comunitarias. Otros, como en Guerrero, vienen de larga data. En Michoacán, particularmente en Tierra Caliente, nacieron del hartazgo de la población frente a las agresiones y extorsiones, primero, de La Familia y, después, de Los Caballeros Templarios.
Perogrullo 2. El Estado mexicano, como suma de niveles de gobierno, municipal, estatal y federal, ha perdido control y es, literalmente, incapaz de garantizar la paz y la seguridad de los habitantes en algunos territorios. Esa incapacidad es la manifestación de algo más grave: presidencias y policías municipales sometidas al crimen organizado.
Perogrullo 3. La estrategia que ha echado a andar el gobierno de la República en Tierra Caliente, particularmente en el municipio de Buenavista, no se diferencia gran cosa de la ofensiva que emprendió Felipe Calderón hace seis años. El dato novedoso es el mando único, bajo un general de la Sedena, pero en esencia se trata de lo mismo: un despliegue de efectivos federales para controlar el desbordamiento del crimen organizado.
Perogrullo 4. Silvano Aureoles, diputado del PRD por Michoacán, ha declarado que el pasado 1o. de diciembre hubo un repliegue de las fuerzas federales en el estado y que, a partir de entonces, Los Caballeros Templarios reconquistaron el terreno y aterrorizaron la zona de Tierra Caliente. Se trató, sin duda alguna, de un grave error que pone en evidencia que el talón de Aquiles del gobierno de la República es la carencia de una estrategia de seguridad.
Perogrullo 5. El secretario de Gobernación se ha ufanado de la facilidad con la que el Ejército "recobró" el control de Tierra Caliente. A lo que ha añadido: las Fuerzas Federales no se retirarán hasta que la zona sea pacificada. Apostilla doble: no hay que confundir repliegue de los delincuentes con solución del problema; bajo Calderón ocurrió exactamente lo mismo hace seis años y Los Caballeros Templarios siguen allí.
Perogrullo 6. No se puede confundir a las autodefensas con el crimen organizado. Porque no es lo mismo portar un arma -aunque sea de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas- para asesinar y extorsionar que para hacer frente a los delincuentes. La detención de algunos integrantes de las autodefensas, por ese solo motivo, fue un grave error.
Perogrullo 7. La solución de fondo en Michoacán, como en el resto de la República, sería la depuración y profesionalización de las policías municipales y estatales, y su reagrupación bajo un mando único. Pero eso se sabía desde hace seis años y es poco o nada lo que se avanzó. Y hoy por hoy, no hay ningún indicio que las cosas serán diferentes. Se puede incluso afirmar que a seis años de la ofensiva de Felipe Calderón, la situación de Tierra Caliente, Michoacán, está peor que entonces.
Perogrullo 8. En un novedoso giro, la Secretaría de Gobernación ha pasado de la condenación de los grupos de autodefensa a la posibilidad de reconocerlos y regularlos. Aunque no se han fijado los lineamientos, se plantea respetarlos e integrarlos, siempre y cuando no anden armados. Pero semejante idea, de desarmarlos, es un contrasentido. Porque el derecho de los ciudadanos a la legítima defensa está consagrado en la Constitución. El artículo 10 les otorga el derecho a poseer un arma para defenderse. Y el artículo 16 los faculta a detener a quien cometa un delito en flagrancia.
Perogrullo 9. El derecho de los ciudadanos de La Ruana y Buenavista Tomatlán debe ser respetado porque así lo prescribe la Constitución. Pero además, porque la presencia de las Fuerzas Federales no podrá mantenerse indefinidamente y porque es iluso suponer que en el corto y mediano plazos se constituirán policías estatales y municipales confiables.
Perogrullo 10. Lo que procede, en consecuencia, es legalizar y regular la existencia de grupos de autodefensa que pueden y deben constituirse en un valladar contra el crimen organizado. De hecho, la eficacia de las autodefensas está probada. Los habitantes de La Ruana y Buenavista Tomatlán sobrevivieron al cerco de Los Caballeros Templarios utilizando sus propios medios. Porque la lentitud con que intervinieron el gobierno local y federal habría conducido al sometimiento o al aniquilamiento de esas poblaciones.
Perogrullo 11. ¿Cómo regularizar las autodefensas? Abriendo un censo de los integrantes, aceptando sus mandos, registrando las armas que poseen y fijando los alcances de sus actividades. Porque, así como se debe reconocer el derecho a la legítima defensa frente al crimen organizado, se debe establecer que los detenidos serán puestos a disposición de las autoridades estatales o federales. Se trataría, en pocas palabras, de reconocer que sus acciones coadyuvarán a la preservación del orden y la paz.
Perogrullo 12. Quienes consideren que dichas organizaciones y acciones atentan contra la esencia del Estado moderno: el monopolio de la violencia física legítima, deben empezar por reconocer que hay una serie de cuerpos de seguridad privados que gozan del derecho de portar armas para proteger a sus clientes. La figura misma de guardaespaldas al servicio de empresarios, o personajes del cine y la televisión, responde a ese formato.
Perogrullo 13. Como parte de ese enfoque debería revisarse la Ley Federal de Armas, que prohíbe que los particulares utilicen los calibres 38 y 9 milímetros para su legítima defensa. Porque, de acuerdo a la experiencia, es indispensable para repeler una agresión con un mínimo de equidad.
Perogrullo 14. Resulta escandaloso que la Secretaría de Gobernación pretenda desarmar a las autodefensas, que no tienen otro propósito que enfrentar al crimen organizado, cuando en 1994 se reconoció del derecho del Ejército Zapatista de Liberación Nacional a conservar y portar armas de uso exclusivo del Ejército en los territorios "liberados" por los guerrilleros.
Conclusión: las autodefensas no deben ser vistas como un problema, sino como una oportunidad.
