F. A. M.= FUERZA AÉREA MEXICANA.
La Fuerza Aérea Mexicana (FAM) es una de las dos fuerzas armadas componentes de la Secretaría de la Defensa Nacional. Su objetivo es defender la integridad, independencia y soberanía de México, garantizar la seguridad interior, auxiliar a la población en caso de necesidades públicas, realizar acciones cívicas y obras sociales que tiendan al progreso del país y, en casos de desastre, prestar ayuda para el mantenimiento del orden, auxilio de las personas, sus bienes y la reconstrucción de las zonas afectadas.
El término Fuerza Aérea Mexicana, se refiere a la totalidad del equipo aéreo y al personal que lo asiste, que es utilizado por el Colegio del Aire, el Ejército, el Estado Mayor Presidencial, las Unidades Aéreas y demás Dependencias. Al mando supremo de la Fuerza Aérea Mexicana se encuentra el Presidente de la República.
La FAM tiene la distinción de haberse empleado en observaciones y combates aéreos desde 1914. Desde que fue reorganizada en 1920, nunca más el gobierno electo fue destituido por la fuerza, pues la FAM contribuyó a sofocar múltiples rebeliones de origen territorial, militar y religioso. La Fuerza Aérea Mexicana también sirvió con distinción durante la Segunda Guerra Mundial en Filipinas y Formosa.
Desde 1923, la Fuerza Aérea Mexicana ha dependido de la entonces Secretaría de Guerra y Marina como un servicio del ejercito, al igual que hoy en día continua dependiente a la Secretaría de la Defensa Nacional.
Escarpelas
Insignia de Cola
Historia
La historia de la Fuerza Aérea Mexicana está fuertemente ligada a la historia de la aviación en México, remontándose a 1906, apenas tres años después del nacimiento del aeroplano, cuando el entonces presidente Porfirio Díaz ya mostraba interés en la aviación militar y en globos.
A finales de 1909 fueron enviados un capitán de ingenieros y un miembro del estado mayor del ejército mexicano al Colegio Armée de l'Air en Francia para estudiar el manejo de globos y dirigibles, pero al estallar la Revolución mexicana en 1910, ningún combatiente utilizó de forma directa aeronaves como medio de combate aéreo durante la caída de Porfirio Díaz. Sin embargo, después del exilio de Díaz, fueron utilizadas algunas aeronaves por parte de los revolucionarios para contrabandear armamento ligero y correspondencia a través de la frontera con Estados Unidos.
Dos años después, tropas huertistas utilizaron dos aeronaves Blériot XI como medio de transporte de algunos oficiales en 1912. Pero no fue hasta cuando el ejército constitucionalista dio un fuerte golpe al gobierno de Huerta que se planteó la idea de formar una unidad aérea que tuviera un papel clave en los combates contra los soldados federales. En 1913 cuando el entonces gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza formaba un nuevo ejército contra el gobierno de Huerta, fue influenciado por varios oficiales, incluyendo dos de sus sobrinos, para que utilizara aviones como medio de combate. Carranza aceptó y envió a sus dos sobrinos, Alberto y Gustavo Salinas junto con los hermanos Juan Pablo Aldasoro Suárez y Eduardo Aldasoro a la escuela Moisant International en Nueva York a estudiar aviación. Concluidos sus estudios, regresaron a México. Al estallar de nuevo un conflicto armado, se unieron a las filas del ejército como tenientes de artillería, puesto que el ejército no contaba con aviones en ese momento.
Unos meses más tarde, agentes del gobierno mexicano viajaron a Los Ángeles y adquirieron un biplano tipo Martin. El aeroplano aún en cajas y sin armar llegó vía ferrocarril a Tucson, sin embargo, el gobierno de Huerta había sido alertado de la compra de dicho avión. La embajada de México en Washington contactó con las autoridades de Tucson y los estadounidenses embargaron el avión, pero el 16 de mayo los constitucionalistas, con ayuda de contrabandistas estadounidenses, robaron las cajas y las introdujeron a México. Las cajas fueron enviadas a Hermosillo, con el aparato aún sin ensamblar.
Después de que el aparato fuera armado y concluidos algunos vuelos de práctica, la aeronave fue bautizada con el nombre Sonora, fundando la 'Flotilla Aérea del Cuerpo del Noreste'. A continuación, el avión fue transportado vía ferrocarril a Guaymas, lugar aún bajo el control de los huertistas. El Sonora fue utilizado para lanzar propaganda y pequeñas bombas sobre las filas enemigas, aunque no consiguieron causar mucho daño. Paralelamente a esto, el Sonora ayudó en labores de observación para obtener información acerca de los movimientos de los huertistas, que muy difícilmente se lograría por tierra.
El 14 de abril de 1914 se efectuó un ataque aéreo cuando el piloto Gustavo Salinas, piloteando el avión Sonora, lanzó bombas sobre el buque huertista Guerrero cerca del puerto de Topolobampo, Sinaloa. Aunque ninguna de las bombas dio en el blanco, obligó al buque enemigo a regresar a mar abierto, lo que permitió que las tropas de Carranza tomaran el puerto, la ciudad de Guaymas y tomaran el buque Tampico para utilizarlo contra los huertistas. Hoy se conoce a ese enfrentamiento como la Batalla de Topolobampo, que fue el primer combate aeronaval en la historia.
En mayo de 1914, Obregón avanzó hacia Mazatlán y el avión bombardeó la ciudad, destruyendo dos cañones navales y ocasionando varias bajas al ejército huertista. Sin embargo, las bombas también alcanzaron a varios civiles e hirieron al embajador francés. Los ataques aéreos por parte del Sonora fueron bastante efectivos al destruir los puestos de mando huertista en Hermosillo. A mediados de mayo de 1914, el Sonora sufrió un capotaje al aterrizar y fue destruido, marcando así el final de la 'Flotilla aérea del Cuerpo del Noreste'.
En enero de 1915 algunos funcionarios de Carranza reorganizaron a varios pilotos, reunieron varias aeronaves y se formó la 'Flotilla Aérea del Ejército Constitucionalista'. El primer combate en el que participó dicha unidad fue el 5 de enero de 1915 en la ciudad de Puebla contra los zapatistas, bombardeando el Fuerte Loreto y causando varias bajas. Después de esta batalla la flotilla fue trasladada a Veracruz. El 5 de febrero de 1915 la rama aérea del Ejército Constitucionalista fue decretada oficialmente "Arma de Aviación Militar" por el general Venustiano Carranza.
El 15 de noviembre de 1915 se inauguraron los Talleres Nacionales de Construcciones Aeronáuticas (TNCA) y la Escuela Nacional de Aviación; instalaciones que permitirían construir aeronaves y motores en México y preparar a los pilotos aviadores para tripularlas. La TNCA construyó en México los aviones series “A”, “B”, “C”, “E”, “G” y “H”, esta última con notables avances tecnológicos. La naciente industria aeronáutica en México produjo importantes avances en la ingeniería aeronáutica de esa época, incluyendo la Hélice Anáhuac que llegó a emplearse en varias partes del mundo y, a los aviones de las series “A” y posteriores, se les colocaron motores Aztatl y México SS, los cuales dieron un magnífico rendimiento.
Entre 1915 y 1920, la FAM asistió al gobierno de Carranza con misiones de combate y observación contra las fuerzas del rebelde Manuel Peláez, que tenía un sólido control sobre los campos petroleros de la región Huasteca.
La Revolución de 1920
En agosto de 1920, el presidente interino Adolfo de la Huerta contrató a tres famosos pilotos extranjeros veteranos de la Primera Guerra Mundial para entrenar pilotos mexicanos en tácticas modernas y organizar una fuerza aérea independiente y funcional. Los instructores extranjeros eran el estadounidense Ralph O'Neill, el alemán Fritz Bieler y el francés Joe Ben Lievre. Ralph O’Neill fue designado instructor en jefe de la Escuela Militar de Aviación y puesto a las órdenes del general Piloto Aviador Gustavo Salinas. Los instructores Mexicanos fueron Alberto Salinas Carranza, Horacio Ruiz Gaviño, los hermanos Juan Pablo y Eduardo Aldasoro Suárez y Alfonso Virgen Meza.
Alfredo Lezama Álvarez, X, Eliseo Martín del Campo, seguido de Rafael Ponce de León; el séptimo es Roberto Fierro. 1924.
Durante 1923 y 1929, México se vio envuelto en varias insurrecciones de tipo religioso, territorial y militar, por lo que se requirió que la FAM se desplazara rápidamente por todo el país para dar apoyo al ejército federal. Esta era una época en la que dada la escasez producida por la guerra en Europa, México poseía solamente 18 aviones: cuatro biplanos Brown Special y algunos TNCA hechos en México. El Coronel O’Neill reportó al general Plutarco Elías Calles que la mayoría de la flota disponible (13 aviones en servicio y 5 en reparación) debía ser reemplazada ya que no podía seguirse usando por ser obsoleta y desgastada. México entonces adquirió aviones ingleses Avro 504K y 504J, los cuales serían después fabricados en México con el nombre de Avro Anáhuac. Así mismo, en mayo de 1920 México adquirió trece bombarderos bimotor Farman F-50.
El 7 de diciembre de 1923 por parte del expresidente Adolfo de la Huerta, se dio un golpe militar conocido como rebelión delahuertista contra del gobierno de Álvaro Obregón, tomando como argumentos el Tratado de Bucareli y que Obregón pretendía llevar a la presidencia al general Plutarco Elías Calles. La situación fue extremadamente crítica porque junto con Adolfo de la Huerta, se sublevó aproximadamente el sesenta por ciento del ejército nacional. La desventaja numérica de las fuerzas federales frente a la preponderancia militar de los delahuertistas se vio equilibrada y superada gracias a que Obregón consiguió la venta de armas, aviones y pertrechos que autorizó el gobierno estadounidense. Ya empezados los combates, México recibió los aviones de Havilland DH-4B con motor Liberty, armados con ametralladoras Lewis y Vickers y capaces de llevar bombas. El 29 de enero de 1924 se trabó la batalla decisiva que marcó el declinar de los levantados en la estación de Esperanza, situada en los límites entre Puebla y Veracruz, en la que salieron vencedoras las fuerzas federales. De aquí en adelante los delahuertistas fueron derrotados en todas las batallas. Cayó Córdoba y después Orizaba. Poco después cayó el puerto de Veracruz, de donde el 5 de febrero salió huyendo De la Huerta rumbo al puerto de Frontera, Tabasco, para después embarcarse hacia La Habana con destino a los Estados Unidos. El desempeño de la Fuerza Aérea en este golpe militar fue decisivo para derrotar a los rebeldes.
Cuando el presidente Plutarco Elías Calles impulsó la creación de la Iglesia Católica Apostólica Mexicana, independiente de Roma, se desató un conflicto que, particularmente en las zonas rurales del país, llevó a una guerra civil conocida como la Guerra Cristera que se extendió de 1926 a 1929. Simultáneamente, durante 1926 a 1927, la FAM contraatacó a rebeldes armados Yaqui en las montañas del estado de Sonora.
En mayo de 1927, mientras Obregón parecía imponer la presidencia a Calles, el general Arnulfo R. Gómez se declaró en rebeldía contra Calles y Obregón. Sus bases de operaciones fueron Puebla y especialmente Veracruz, donde llevó cerca de 2000 soldados federales desertores. Los EE.UU. enviaron a México más aviones militares para contener las rebeliones internas. Una vez modernizada la FAM, el golpe militar fue sofocado.
El 3 de marzo de 1929 estalló otro golpe militar llamado Rebelión escobarista o "Rebelión Renovadora", encabezado por el general José Gonzalo Escobar. En esas fechas, los aviones de combate de la FAM consistían en gastados y baleados Bristol Fighter F-2B, Bristol Boarhound, De Havilland DH-4B y un Douglas O-2C lo cual no era adecuado para contrarrestar el poder de Escobar. En este contexto, el gobierno de México convenció al gobierno de EE.UU. de fomentar la paz al sur de su frontera y de proporcionar rápidamente doce nuevos aviones Corsair O2U-2M con motor Wasp R-1400 de 400 hp, nueve Douglas O-2M, cuatro Stearman C-3B y seis Waco Taperwing. Tan sólo dos semanas después de la petición, varios pilotos mexicanos se desplazaron a Brownsville, Texas y a Nueva York para tomar posesión de los aviones nuevos. Tras varias batallas y ataques aéreos, en el 25 de marzo de 1929, el general Calles dirigió la decisiva y sangrienta Batalla de Jiménez, Chihuahua. El Río Florido dividía a las tropas de ambos bandos por lo que la artillería y la Fuerza Aérea fueron clave en la derrota de Escobar.
En mayo de 1938 se rebeló el general Saturnino Cedillo, y el presidente Lázaro Cárdenas se trasladó personalmente a San Luis Potosí para batirlo. Bajo el mando del Coronel Alfredo Lezama Álvarez, se organizó un escuadrón de combate mixto de 17 aviones. Los pilotos volaron varias misiones y bombardearon y ametrallaron a los rebeldes con eficacia. Cedillo se dio cuenta que no podía enfrentarse a la fuerza de la FAM en campo abierto, por lo que se refugió en las colinas de la región Huasteca, donde eventualmente se dispersaron sus hombres abandonándolo.
Los aviones principales usados durante esta confrontación fueron los nuevos biplanos Corsario V-99M los cuales tenían cabina cerrada, podían portar bombas y contaban con una ametralladora 0.30 al morro y otra flexible en la cabina trasera. También se utilizaron los Fleet 21-M. Cedillo fue muerto por las fuerzas federales en 1939.
La Segunda Guerra Mundial
Escuadrón 201 y Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana
Aunque a principios de la Segunda Guerra Mundial México mantenía su posición de neutralidad, en mayo de 1942 embarcaciones mexicanas que abastecían petróleo a los Estados Unidos (Potrero del Llano, Faja de Oro, Túxpam y Las Choapas), fueron atacadas en aguas del Golfo de México por submarinos alemanes, por lo que el presidente Manuel Ávila Camacho declaró la guerra a Alemania, Japón e Italia. Después de evaluar la situación económica y militar del país, El 1º de Junio de 1942, se designó al Cnel. Alfonso Cruz Rivera como Comandante del 2/o. Regimiento Aéreo y fue enviado al Cuartel General de la Región Militar del Golfo en la Plaza de Veracruz, donde le fue asignada la vigilancia del Golfo de México, Mar Caribe e Istmo de Tehuantepec quedando al mando de los Escuadrones 3/o. 4/o. y 5/o. equipados con aviones “Vought Corsair” y “Consolidated 21-M” biplanos, monomotores y para dos plazas; armados con bombas de uso general y ametralladora. En los días subsecuentes y de manera gradual estos aviones serían remplazados por los AT-6B “North-American” monoplanos con similar armamento pero más modernos, maniobrables y veloces. Se desplegaron Escuadrones Aéreos Orgánicos en Tampico, Tamps., Veracruz, Ver., Mérida, Yuc. y Cozumel, Q. R. Así mismo, ordenó la creación de Puntos de Aterrizaje de Emergencia y de Servicios en Tuxpan, Ciudad del Carmen Tapachula y Chetumal. En Junio de 1943 por disposición de la Superioridad el 2/o. Regimiento Aéreo pasó revista de cese por nueva organización que se dio a la fuerza aérea. El Gral. Gustavo A. Salinas Camiña Jefe de Aeronáutica Militar, propuso ante la Superioridad al Cnel. Cruz Rivera para que al desaparecer los Regimientos Aéreos, este quedara comisionado como Comandante de Grupo, con el mando del 2/o. Grupo de Escuadrones Aéreos compuesto por los Escuadrones 204, 205 y 206 cuya misión era proporcionar vigilancia y protección de convoyes marítimos nacionales y extranjeros que navegaban en el Golfo de México, comprendiendo como zona de responsabilidad el área marítima entre Punta Isabel, E.U.A. hasta la parte media del Canal de Yucatán, México a 80 millas de la costa. Las especificaciones de vuelo señalaban actividades tales como:
-Patrulla de Convoy -Localización y Exploración -Exploración y Vigilancia -Localización y Vigilancia -Vigilancia y Ruta -Vigilancia costa y barcos -Reconocimiento del terreno
Más tarde, durante 1944 se formó el Escuadrón 207 destacándolo en Ixtepec, Oax. sumándose al 2/o. Grupo de Escuadrones Aéreos.
Posteriormente, El presidente Camacho decidió contribuir con el esfuerzo bélico aliado enviando un contingente cuya actuación fuese significativa, sin representar un alto costo humano y económico.
A mediados de 1944, la SEDENA a través de sus dependencias seleccionó al personal que integraría un Grupo de Perfeccionamiento Aéreo, que marcharía a los E.U.A. a recibir entrenamiento para una eventual participación en algún frente de guerra aún no designado fuera del país.
En el mes de julio de 1944, se envió un grupo integrado por 299 elementos procedentes de diversas unidades y dependencias del ejército a capacitarse a los Estados Unidos. Naturalmente, se seleccionó a los mejores pilotos y técnicos de la Fuerza Aérea, como el Capitán Pedro Martínez de la Concha, entre muchos otros valiosos elementos. La unidad quedó integrada bajo el mando del Cnel. Antonio Cárdenas Rodríguez. Este grupo fue llamado Escuadrón de Pelea 201 y el día 27 de febrero de 1945, se embarcó en el buque Fairisle en el puerto de San Francisco hacia Manila, Filipinas. Después de familiarizarse con los procedimientos y la zona de operaciones, el día 17 de mayo comenzaron los vuelos en zona de combate con aviones caza P-47 Thunderbolt como parte de las unidades estadounidenses, acumulando más de 280 horas de vuelo en 59 misiones de apoyo a las tropas de tierra, bombardeando y ametrallando las posiciones japonesas.
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