FAUSTO COURET
Miembro de la Vieja Guardia
PREMIO WEATHERBY
Premio Creado por Roy Weatherby, el reconocido fabricante de rifles y el diseñador de los calibres Weatherby Magnum.
Cada mes de enero, desde hace 54 años, en los Estados Unidos se realiza la ceremonia de entrega del Premio Weatherby, el más importante y prestigioso que se otorga en el mundo de la caza deportiva. En una fastuosa y elegante ceremonia, la élite de los cazadores internacionales junto con invitados especiales y conspicuos miembros de la política, las fuerzas armadas y hasta del espectáculo de los estados unidos de norteamerica, se reúnen para homenajear al afortunado receptor del galardón siguiendo la tradición iniciada por Roy Weatherby.
El celo en la selección de los nominados, los requerimientos a considerar y la calidad del comité que tiene a cargo elegir al ganador, han hecho que en el curso de más de medio siglo este premio haya sobresalido por sobre todos los que existen en el ambiente de la caza mayor. Siempre es muy difícil clasificar las cualidades Deportivas de un cazador, sin embargo los Weatherbys, como se llama a los premiados, son aquellos cazadores deportivos que han demostrando una conducta acorde a los preceptos que sostiene la ética deportiva, han cazado más de 200 especies en los seis continentes, y han llevado adelante proyectos conservacionistas y educativos.
Originalmente ideado como una estrategia de promoción de los productos de su fábrica, Weatherby supo rodear de mística y glamour al galardón más preciado por todo cazador internacional. A principios de los años ‘50, idea que comenzó La historia del premio internacional más importante para los cazadores deportivos. Cómo lo gestó su creador?, Roy Weatherby. A medida que iba desarrollando nuevos calibres y planificando las modificaciones a los cerrojos Máuser para adecuarlos a sus cartuchos “de autor”, se le ocurrió crear un premio con su nombre. Así, pronosticaba el armero, podría consolidar su marca en el mercado y al mismo tiempo utilizarlo como herramienta de lobby. Una gran iniciativa en términos de marketing que desde el principio contó con el apoyo del establishment de la cacería vernácula. Para lograrlo se rodeó de empresarios y petroleros de Texas con muchos dólares en sus cuentas, pero también de periodistas especializados y miembros del gobierno. Una ecuación exitosa. El nombre del majestuoso trofeo era Weatherby Big Game Trophy. Y para conquistarlo, el criterio de selección exigía poseer una extensa colección de animales cazados. Pero, naturalmente, en las primeras ediciones primaban más las relaciones públicas que el currículum del candidato. De hecho, fue el mismo Roy quien durante esos años iniciales elegía personal y discrecionalmente al ganador de “su” premio. El primero en obtenerlo, en el año 1956, fue el petrolero Herb Klein, quien había cazado unas 75 especies en el este de Africa, India y Ladakh. No tenía una gran colección de animales pero sí mucho dinero ( Además de haber sido la persona que financio a Roy Weatherby para crear su empresa y sus tan famosas armas y cartuchos), una enorme sala de trofeos en Dallas y muy buenos contactos. Credenciales más que suficientes para ser homenajeado. La ceremonia de entrega se hizo en la propia casa de Klein, y no había más de 20 invitados. Era casi una reunión de amigos, pero todos muy bien elegidos. Además de algunos millonarios petroleros allegados a Klein, estaba el comandante en jefe en actividad de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, que se desempeñaba bajo la administración del presidente Truman. Y como la difusión era parte esencial de la estrategia, Roy había invitado también a sus amigos los editores de las “tres grandes”, como se conocía a las revistas de cacería más importantes y antiguas del país. Ellos eran Jack O’Connor de Outdoor Life, Warren Page de Field & Stream, y Pete Brown de Sports Afield. La verdad, no se necesitaba a nadie más para garantizar la continuidad y el éxito del evento. En ese momento ya no cabían dudas de que la brillante estrategia de marketing estaba
dando resultados. Un poco más de una década había pasado desde que Roy empezara a fabricar armas en el garaje de su casa, y ahora el nombre Weatherby se imponía vertiginosamente como sinónimo de calidad y prestigio en el mercado más grande del mundo. Si algo sabía Roy, además de balística y rifles, era de lobby. Y lo dejó bien claro desde el primer momento. Al año siguiente se llevó a cabo la segunda edición, pero esta vez en el Club Atlético de Denver. Y como resultaba previsible, el ganador fue Jack O’Connor, quien ya era uno de los escritores de armas y temas cinegéticos más prolíficos y famosos que dio el país del norte.
La popularidad de Jack era enorme por aquel entonces, pero no así su colección de trofeos. Para el momento del premio ascendía a 41 especies, obtenidas en Norte América y Africa. Unos años después, el mismo O’Connor parodiaría esa experiencia en un artículo de Gun Digest titulado el Krautbauer Trophy, otorgado por un ficticio magnate de hamburguesas. Sin embargo, no hay dudas de que haberse convertido en uno de los primeros Weatherbys le resultó muy útil en su carrera de escritor-cazador. El tercer elegido fue Warren Page. Los pergaminos exhibidos por Page para ser nominado en 1958 incluían 60 especies cazadas en Africa, India y América. Pero, sin dudas, lo que inclinó la balanza a su favor fue su condición de editor de Field & Stream, una de las “tres grandes” fundada en 1895. A partir de ese momento, y ya garantizada la continuidad y difusión del premio, los ganadores comenzaron a tener un perfil más parecido al actual, contando con impresionantes colecciones de especies obtenidas, producto tanto de su calidad de deportistas como del dinero invertido en costosos safaris y shikars realizados en el mundo entero.
Actualmente el premio pasó a llamarse The Weatherby Hunting and Conservation Award, y es otorgado por la Weatherby Foundation International, una entidad creada poco después de la muerte de Roy, dedicada a perpetuar el trofeo y a trabajar en temas de educación y conservación de la naturaleza. Con los años, los requisitos para ser elegido fueron ampliándose considerablemente. Ya no basta haber cazado mucho, sino haberlo hecho en los seis continentes y como mínimo tener más de 200 especies, que incluyan un grand slam de América del Norte, cabras de todo el mundo, los cinco grandes de Africa, nueve antílopes espiralados como el kudu, el bongo, etc., la colección completa de los trofeos del propio continente del cazador y varias especies de diversos puntos del globo. Pero como si esto fuera poco, el candidato también tendrá que demostrar que ha realizado un trabajo serio en el campo de la conservación de la fauna y de la educación, y que cuenta con una intachable reputación como deportista ético. Según afirma Craig Boddington, ex presidente del comité ejecutivo de la fundación, la ecuación para ser nominado en la actualidad consiste en un 55 por ciento de logros cinegéticos y un 45 por ciento de actividades conservacionistas. De todos los laureados, 37 han sido de nacionalidad estadounidense. En segundo lugar le sigue México, con siete premiados, Aquí abro un preámbulo cultural. México no nada más es el Segundo país con mayor cantidad de cazadores galardonados con este premio si no que, además contamos con el sexto premio weatherby quien además fue el primer cazador mexicano en pisar África, y fue si no el primero casi el primer premio weatherby que fue galardonado por sus logros cinegéticos y conservacionistas además de haber grabado sus safaris en áfrica y escrito libros de sus cacerías y no por la libre decisión de Roy Weatherby. Por otro lado, MEXICO es el único País que cuenta con Dos premios Weatherby PADRE E HIJO, y de estos el padre, don Adrian Sada Treviño se caracterizo por cazar solamente una sola pieza de cada especie de todos sus trofeos que cazo, cosa que logro con una gran disciplina pues escogía muy bien su trofeo ya que, no cazaría otro animal de esa misma especie nunca más. Y el resto de España, Francia, Canadá, Dinamarca, Bélgica, Italia e Irán. Entre los más reconocidos podemos citar al príncipe Abdorreza Pahlavi, hermano del Shah de Persia; C.J. Mc Elroy, fundador del Safari Club International; Frank Hibben y James Mellon, autores de los clásicos libros Under the African sun y African Hunter respectivamente. Del mundo hispano, los cazadores latinoamericanos –solo mexicanos– galardonados han sido Julio Estrada, Juan Naude Cordova, Héctor Cuellar, Hubert Thummler, Jesús Yurén, Adrián y Federico Sada. De España, por su parte, fueron elegidos Valentín de Madariaga, Ricardo Medem y Enrique Zamácola. Todos ellos poseedores de más de 200 especies cada uno, cobradas en diferentes lugares del planeta. Más conocidas por el público general fueron algunas de las celebridades convocadas para presentar a los ganadores en las ceremonias anuales, lo que se ha convertido en toda una tradición en sí misma. Muchos de los oradores invitados han sido exitosos protagonistas de series y películas de Hollywood, quienes se encargaron de darle un toque más parecido a la entrega de los Oscar que a las ceremonias de la Academia Sueca. Los que contamos con lgunos años o tenemos buena memoria, podremos identificar a Lorne Green, el papá de Bonanza; Chuck Connors, El hombre del rifle; Robert Stack, el Elliot Ness de Los Intocables; Mike Connors, Mannix; Stewart Granger, el Allan Quatermain de Las Minas del Rey Salomon; o Patrick Duffy, el hombre de la Atlántida, entre los más famosos. Claro que también fueron convocados presentadores provenientes de otros campos bien diferentes. Tal fue el caso de miembros de las fuerzas armadas, la política y las ciencias. A lo largo de la historia de los Weatherby pasaron por los escenarios oradores como el ingeniero Wernher von Brown, iseñador de la bomba V2 y padre del programa Apolo; el capitán James Lovell, astronauta de la NASA; el general y piloto Chuck Yeager, la primera persona en superar la velocidad del sonido; el general Norman Schwarzkopf, comandante de las fuerzas de la coalición en la primera Guerra del Golfo; George Bush, presidente de los Estados Unidos; Dan Quayle, vicepresidente; y Wilbur Smith, escritor legendario debest sellers sobre Africa.
Roy Weatherby murió en 1988 pero su legado continúa en dos grandes pilares: la empresa, comandada por su hijo Ed, y la fundación. Así como, movido por la culpa de haber creado la dinamita, Alfred Nobel ideó sus premios a las ciencias, la literatura y la paz, hoy convertidos en sinónimo de excelencia, Roy Weatherby supo transmutar su premio de una brillante idea empresaria en el Nobel de los cazadores deportivos, quienes indiscutiblemente forman parte del club más exclusivo en el mundo de la caza mayor.
A continuacion enlisto a los galardonados con el premio Weatherby.
1956 Herb W. Klein, EE.UU.
1957 Jack O’Connor, EE.UU.
1958 Warren Page, EE.UU.
1959 Berry B. Brooks, EE.UU.
1960 Elgin T. Gates, EE.UU.
1961 Julio E. Estrada, México.
1962 Su alteza imperial el príncipe
Abdorreza Pahlavi, Irán.
1963 John B. Lagarde, EE.UU.
1964 Dr. Frank C. Hibben, EE.UU.
1965 Francois Edmond-Blanc, Francia.
1966 Dr. W. Brandon Macomber, EE.UU.
1967 Dan W. Maddox, EE.UU.
1968 Weir McDonald, EE.UU.
1969 C.J. McElroy, EE.UU.
1970 George L. Landreth, EE.UU.
1971 Juan Naude Cordova, México.
1972 James R. Mellon, II, EE.UU.
1973 Basil C. Bradbury, EE.UU.
1974 Dr. Kenneth W. Vaughn, EE.UU.
1975 No se entregó.
1976 Rudolf Sand, Dinamarca.
1977 Valentín de Madariaga y Oya, España.
1978 Arthur W. Carlsberg, EE.UU.
1979 Dr. Robert E. Speegle, EE.UU.
1980 Watson T. Yoshimoto, EE.UU.
1981 Dr. Carlo Caldesi Biella, Italia.
1982 Glenn Slade, EE.UU.
1983 Mahlon T. (Butch) White, EE.UU.
1984 Jacques Henrijean, Bélgica.
1985 Thornton Snider, EE.UU.
1986 Héctor Cuellar S., México.
1987 Dr. James E. Conklin, EE.UU.
1989 Donald G. Cox, EE.UU.
1990 Robert K. Chisholm, EE.UU.
1991 Gary R. Ingersoll, EE.UU.
1992 Hubert Thummler, México.
1993 L. Irvin Barnhart, EE.UU.
1994 Dr. Gerald L. Warnock, EE.UU.
1995 Jesús Yurén, México.
1996 Arnold E. Alward, Canadá.
1997 Ricardo Medem, España.
1998 Dan L. Duncan, EE.UU.
1999 Pete Papac, EE.UU.
2000 Enrique Zamácola Millet, España.
2001 Adrian Sada, México.
2002 Rex Baker, EE.UU.
2003 Mike Simpson, EE.UU.
2004 David J. Hanlin, EE.UU.
2005 Jimmie C. Rosenbruch, EE.UU.
2006 Federico Sada, México.
2007 Larry Rudolph, EE.UU.
2008 Alan Sackman, EE.UU.
2009 Bruce Keller, EE.UU.
2010 Anthony Gioffre, EE.UU.
2011 Edward D. Yates,EE. UU.
2012 Thomas J. Hammond, EE.UU.
2013 J. Alain Smith
Premio Creado por Roy Weatherby, el reconocido fabricante de rifles y el diseñador de los calibres Weatherby Magnum.
Cada mes de enero, desde hace 54 años, en los Estados Unidos se realiza la ceremonia de entrega del Premio Weatherby, el más importante y prestigioso que se otorga en el mundo de la caza deportiva. En una fastuosa y elegante ceremonia, la élite de los cazadores internacionales junto con invitados especiales y conspicuos miembros de la política, las fuerzas armadas y hasta del espectáculo de los estados unidos de norteamerica, se reúnen para homenajear al afortunado receptor del galardón siguiendo la tradición iniciada por Roy Weatherby.
El celo en la selección de los nominados, los requerimientos a considerar y la calidad del comité que tiene a cargo elegir al ganador, han hecho que en el curso de más de medio siglo este premio haya sobresalido por sobre todos los que existen en el ambiente de la caza mayor. Siempre es muy difícil clasificar las cualidades Deportivas de un cazador, sin embargo los Weatherbys, como se llama a los premiados, son aquellos cazadores deportivos que han demostrando una conducta acorde a los preceptos que sostiene la ética deportiva, han cazado más de 200 especies en los seis continentes, y han llevado adelante proyectos conservacionistas y educativos.
Originalmente ideado como una estrategia de promoción de los productos de su fábrica, Weatherby supo rodear de mística y glamour al galardón más preciado por todo cazador internacional. A principios de los años ‘50, idea que comenzó La historia del premio internacional más importante para los cazadores deportivos. Cómo lo gestó su creador?, Roy Weatherby. A medida que iba desarrollando nuevos calibres y planificando las modificaciones a los cerrojos Máuser para adecuarlos a sus cartuchos “de autor”, se le ocurrió crear un premio con su nombre. Así, pronosticaba el armero, podría consolidar su marca en el mercado y al mismo tiempo utilizarlo como herramienta de lobby. Una gran iniciativa en términos de marketing que desde el principio contó con el apoyo del establishment de la cacería vernácula. Para lograrlo se rodeó de empresarios y petroleros de Texas con muchos dólares en sus cuentas, pero también de periodistas especializados y miembros del gobierno. Una ecuación exitosa. El nombre del majestuoso trofeo era Weatherby Big Game Trophy. Y para conquistarlo, el criterio de selección exigía poseer una extensa colección de animales cazados. Pero, naturalmente, en las primeras ediciones primaban más las relaciones públicas que el currículum del candidato. De hecho, fue el mismo Roy quien durante esos años iniciales elegía personal y discrecionalmente al ganador de “su” premio. El primero en obtenerlo, en el año 1956, fue el petrolero Herb Klein, quien había cazado unas 75 especies en el este de Africa, India y Ladakh. No tenía una gran colección de animales pero sí mucho dinero ( Además de haber sido la persona que financio a Roy Weatherby para crear su empresa y sus tan famosas armas y cartuchos), una enorme sala de trofeos en Dallas y muy buenos contactos. Credenciales más que suficientes para ser homenajeado. La ceremonia de entrega se hizo en la propia casa de Klein, y no había más de 20 invitados. Era casi una reunión de amigos, pero todos muy bien elegidos. Además de algunos millonarios petroleros allegados a Klein, estaba el comandante en jefe en actividad de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, que se desempeñaba bajo la administración del presidente Truman. Y como la difusión era parte esencial de la estrategia, Roy había invitado también a sus amigos los editores de las “tres grandes”, como se conocía a las revistas de cacería más importantes y antiguas del país. Ellos eran Jack O’Connor de Outdoor Life, Warren Page de Field & Stream, y Pete Brown de Sports Afield. La verdad, no se necesitaba a nadie más para garantizar la continuidad y el éxito del evento. En ese momento ya no cabían dudas de que la brillante estrategia de marketing estaba
dando resultados. Un poco más de una década había pasado desde que Roy empezara a fabricar armas en el garaje de su casa, y ahora el nombre Weatherby se imponía vertiginosamente como sinónimo de calidad y prestigio en el mercado más grande del mundo. Si algo sabía Roy, además de balística y rifles, era de lobby. Y lo dejó bien claro desde el primer momento. Al año siguiente se llevó a cabo la segunda edición, pero esta vez en el Club Atlético de Denver. Y como resultaba previsible, el ganador fue Jack O’Connor, quien ya era uno de los escritores de armas y temas cinegéticos más prolíficos y famosos que dio el país del norte.
La popularidad de Jack era enorme por aquel entonces, pero no así su colección de trofeos. Para el momento del premio ascendía a 41 especies, obtenidas en Norte América y Africa. Unos años después, el mismo O’Connor parodiaría esa experiencia en un artículo de Gun Digest titulado el Krautbauer Trophy, otorgado por un ficticio magnate de hamburguesas. Sin embargo, no hay dudas de que haberse convertido en uno de los primeros Weatherbys le resultó muy útil en su carrera de escritor-cazador. El tercer elegido fue Warren Page. Los pergaminos exhibidos por Page para ser nominado en 1958 incluían 60 especies cazadas en Africa, India y América. Pero, sin dudas, lo que inclinó la balanza a su favor fue su condición de editor de Field & Stream, una de las “tres grandes” fundada en 1895. A partir de ese momento, y ya garantizada la continuidad y difusión del premio, los ganadores comenzaron a tener un perfil más parecido al actual, contando con impresionantes colecciones de especies obtenidas, producto tanto de su calidad de deportistas como del dinero invertido en costosos safaris y shikars realizados en el mundo entero.
Actualmente el premio pasó a llamarse The Weatherby Hunting and Conservation Award, y es otorgado por la Weatherby Foundation International, una entidad creada poco después de la muerte de Roy, dedicada a perpetuar el trofeo y a trabajar en temas de educación y conservación de la naturaleza. Con los años, los requisitos para ser elegido fueron ampliándose considerablemente. Ya no basta haber cazado mucho, sino haberlo hecho en los seis continentes y como mínimo tener más de 200 especies, que incluyan un grand slam de América del Norte, cabras de todo el mundo, los cinco grandes de Africa, nueve antílopes espiralados como el kudu, el bongo, etc., la colección completa de los trofeos del propio continente del cazador y varias especies de diversos puntos del globo. Pero como si esto fuera poco, el candidato también tendrá que demostrar que ha realizado un trabajo serio en el campo de la conservación de la fauna y de la educación, y que cuenta con una intachable reputación como deportista ético. Según afirma Craig Boddington, ex presidente del comité ejecutivo de la fundación, la ecuación para ser nominado en la actualidad consiste en un 55 por ciento de logros cinegéticos y un 45 por ciento de actividades conservacionistas. De todos los laureados, 37 han sido de nacionalidad estadounidense. En segundo lugar le sigue México, con siete premiados, Aquí abro un preámbulo cultural. México no nada más es el Segundo país con mayor cantidad de cazadores galardonados con este premio si no que, además contamos con el sexto premio weatherby quien además fue el primer cazador mexicano en pisar África, y fue si no el primero casi el primer premio weatherby que fue galardonado por sus logros cinegéticos y conservacionistas además de haber grabado sus safaris en áfrica y escrito libros de sus cacerías y no por la libre decisión de Roy Weatherby. Por otro lado, MEXICO es el único País que cuenta con Dos premios Weatherby PADRE E HIJO, y de estos el padre, don Adrian Sada Treviño se caracterizo por cazar solamente una sola pieza de cada especie de todos sus trofeos que cazo, cosa que logro con una gran disciplina pues escogía muy bien su trofeo ya que, no cazaría otro animal de esa misma especie nunca más. Y el resto de España, Francia, Canadá, Dinamarca, Bélgica, Italia e Irán. Entre los más reconocidos podemos citar al príncipe Abdorreza Pahlavi, hermano del Shah de Persia; C.J. Mc Elroy, fundador del Safari Club International; Frank Hibben y James Mellon, autores de los clásicos libros Under the African sun y African Hunter respectivamente. Del mundo hispano, los cazadores latinoamericanos –solo mexicanos– galardonados han sido Julio Estrada, Juan Naude Cordova, Héctor Cuellar, Hubert Thummler, Jesús Yurén, Adrián y Federico Sada. De España, por su parte, fueron elegidos Valentín de Madariaga, Ricardo Medem y Enrique Zamácola. Todos ellos poseedores de más de 200 especies cada uno, cobradas en diferentes lugares del planeta. Más conocidas por el público general fueron algunas de las celebridades convocadas para presentar a los ganadores en las ceremonias anuales, lo que se ha convertido en toda una tradición en sí misma. Muchos de los oradores invitados han sido exitosos protagonistas de series y películas de Hollywood, quienes se encargaron de darle un toque más parecido a la entrega de los Oscar que a las ceremonias de la Academia Sueca. Los que contamos con lgunos años o tenemos buena memoria, podremos identificar a Lorne Green, el papá de Bonanza; Chuck Connors, El hombre del rifle; Robert Stack, el Elliot Ness de Los Intocables; Mike Connors, Mannix; Stewart Granger, el Allan Quatermain de Las Minas del Rey Salomon; o Patrick Duffy, el hombre de la Atlántida, entre los más famosos. Claro que también fueron convocados presentadores provenientes de otros campos bien diferentes. Tal fue el caso de miembros de las fuerzas armadas, la política y las ciencias. A lo largo de la historia de los Weatherby pasaron por los escenarios oradores como el ingeniero Wernher von Brown, iseñador de la bomba V2 y padre del programa Apolo; el capitán James Lovell, astronauta de la NASA; el general y piloto Chuck Yeager, la primera persona en superar la velocidad del sonido; el general Norman Schwarzkopf, comandante de las fuerzas de la coalición en la primera Guerra del Golfo; George Bush, presidente de los Estados Unidos; Dan Quayle, vicepresidente; y Wilbur Smith, escritor legendario debest sellers sobre Africa.
Roy Weatherby murió en 1988 pero su legado continúa en dos grandes pilares: la empresa, comandada por su hijo Ed, y la fundación. Así como, movido por la culpa de haber creado la dinamita, Alfred Nobel ideó sus premios a las ciencias, la literatura y la paz, hoy convertidos en sinónimo de excelencia, Roy Weatherby supo transmutar su premio de una brillante idea empresaria en el Nobel de los cazadores deportivos, quienes indiscutiblemente forman parte del club más exclusivo en el mundo de la caza mayor.
A continuacion enlisto a los galardonados con el premio Weatherby.
1956 Herb W. Klein, EE.UU.
1957 Jack O’Connor, EE.UU.
1958 Warren Page, EE.UU.
1959 Berry B. Brooks, EE.UU.
1960 Elgin T. Gates, EE.UU.
1961 Julio E. Estrada, México.
1962 Su alteza imperial el príncipe
Abdorreza Pahlavi, Irán.
1963 John B. Lagarde, EE.UU.
1964 Dr. Frank C. Hibben, EE.UU.
1965 Francois Edmond-Blanc, Francia.
1966 Dr. W. Brandon Macomber, EE.UU.
1967 Dan W. Maddox, EE.UU.
1968 Weir McDonald, EE.UU.
1969 C.J. McElroy, EE.UU.
1970 George L. Landreth, EE.UU.
1971 Juan Naude Cordova, México.
1972 James R. Mellon, II, EE.UU.
1973 Basil C. Bradbury, EE.UU.
1974 Dr. Kenneth W. Vaughn, EE.UU.
1975 No se entregó.
1976 Rudolf Sand, Dinamarca.
1977 Valentín de Madariaga y Oya, España.
1978 Arthur W. Carlsberg, EE.UU.
1979 Dr. Robert E. Speegle, EE.UU.
1980 Watson T. Yoshimoto, EE.UU.
1981 Dr. Carlo Caldesi Biella, Italia.
1982 Glenn Slade, EE.UU.
1983 Mahlon T. (Butch) White, EE.UU.
1984 Jacques Henrijean, Bélgica.
1985 Thornton Snider, EE.UU.
1986 Héctor Cuellar S., México.
1987 Dr. James E. Conklin, EE.UU.
1989 Donald G. Cox, EE.UU.
1990 Robert K. Chisholm, EE.UU.
1991 Gary R. Ingersoll, EE.UU.
1992 Hubert Thummler, México.
1993 L. Irvin Barnhart, EE.UU.
1994 Dr. Gerald L. Warnock, EE.UU.
1995 Jesús Yurén, México.
1996 Arnold E. Alward, Canadá.
1997 Ricardo Medem, España.
1998 Dan L. Duncan, EE.UU.
1999 Pete Papac, EE.UU.
2000 Enrique Zamácola Millet, España.
2001 Adrian Sada, México.
2002 Rex Baker, EE.UU.
2003 Mike Simpson, EE.UU.
2004 David J. Hanlin, EE.UU.
2005 Jimmie C. Rosenbruch, EE.UU.
2006 Federico Sada, México.
2007 Larry Rudolph, EE.UU.
2008 Alan Sackman, EE.UU.
2009 Bruce Keller, EE.UU.
2010 Anthony Gioffre, EE.UU.
2011 Edward D. Yates,EE. UU.
2012 Thomas J. Hammond, EE.UU.
2013 J. Alain Smith
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