Berettaman7
Miembro de la Vieja Guardia
Batalla de El Álamo
Batalla de El Álamo
Independencia de Texas
Primera Parte
Rebeldes del Estado mexicano de Coahuila y Texas
Antecedentes:
En el verano de l820 Moses Austin, originario de Missouri de 59 años en la ruina, solicito a las autoridades españolas la concesión de una gran extensión de terreno de Texas y el se comprometió a vender terrenos a pioneros norteamericanos.
La solicitud de Austin parecía absurda, mas a principios de l82l, el gobierno español le dio permiso para asentar a 300 familias en Texas. España dio la bienvenida a los norteamericanos por dos razones: 1) proporcionar una barrera contra colonizadores de EE.UU. ilegales, que causaban problemas en Texas oriental, y para laborar la tierra, Sólo 3.500 mexicanos nativos se habían asentado en Texas (que formaba parte del Estado en ese entonces Español de Coahuila y Texas).
Moses Austin no vivió para ver su sueño hecho realidad. En un viaje de vuelta de la ciudad de México murió de agotamiento y exposición a los elementos. Su hijo Stephen Austin prometió llevar a cabo el sueño de colonizar Texas. A fines de l824, el joven Stephen Austin trajo a 272 colonizadores a Texas, y había persuadido al ahora gobierno mexicano a que la mejor manera de atraer a norteamericanos era dar en a estos en propiedad grandes extensiones de terreno (se les llamo a estos colonos empresarios) otorgándoseles 67.000 acres para cada 200 familias.
México impuso dos condiciones: Los colonos adoptarían la ciudadanía Mexicana y se convertirían al catolicismo. Para l830 había l6,000 norteamericanos en Texas. En aquel momento, los norteamericanos formaban una mayoría de 4 a 1 en Coahuila y Texas.
Cuando la población anglosajona creció, las autoridades mexicanas veían ya con temor el crecimiento de la presencia norteamericana. México temió que los Estados Unidos planearan utilizar a los colonos de Texas para hacerse de Texas por las armas a través de una revolución. Las diferencias de idioma y cultura habían fomentado la enemistad entre los colonos y mexicanos nativos. Los colonos se negaron a aprender el idioma español, mantenían escuelas separadas, y comerciaban mayormente con los Estados Unidos y con México.
Para reafirmar su autoridad sobre Tejas, el gobierno mexicano reafirmó su prohibición Constitucional contra la esclavitud, estableció una cadena de puestos militares restringió el comercio con los Estados Unidos, y decretó un fin a la inmigración norteamericana. Estas medidas dieron lugar a un levantamiento de los norteamericanos en contra del gobierno del que habían adoptado su ciudadanía y que los había favorecido grandemente, el gobierno de México. Que infamia!
La Batalla de El Álamo:
La Batalla de El Álamo consistió en un asedio de 12 días de duración, desde su inicio el 23 de febrero hasta el asalto final del 6 de marzo de 1836 y enfrentó al ejército de México contra una milicia de secesionistas texanos, en su mayoría colonos estadounidenses (naturalizados mexicanos), en San Antonio de Béjar, en la entonces provincia mexicana de Coahuila y Texas, hoy estado de Texas, Estados Unidos.
Antecedentes:
El ejército a las órdenes del general Santa Anna avanzó con unos 6.500 hombres hacia el interior de Texas para intentar sofocar la sublevación de los colonos angloamericanos, derrotando a las fuerzas rebeldes que habían logrado el dominio de la mayoría del territorio de Texas durante el año anterior y capturando o poniendo en fuga al gobierno provisional que estos habían formado. Las dos posibles rutas de penetración pasaban respectivamente por los pueblos de Goliad y San Antonio de Béjar, por lo que los texanos habían dispuesto guarniciones con artillería en ambos como primera línea de defensa ante el ataque que preveía que podía llegar en la primavera.
Las tropas mexicanas que llegaron finalmente al Álamo se estima que fueron unos 4.000 hombres a causa de las bajas por enfermedad y deserciones y las tropas que tuvieron que realizar otras misiones (exploración avanzada, guarniciones y fuerzas de protección de las rutas de abastecimiento). No todos ellos participaron en los combates, y una parte de la fuerza se destacó en dirección a Goliad ante las noticias de que podían llegar refuerzos desde allí. Su artillería estaba compuesta por 20 cañones de varios calibres, aunque parece que los más potentes (de 12 libras) llegaron hacia el final del asedio.
Por su parte las fuerzas texanas eran según la lista oficial de la guarnición 187 hombres (aunque algunas fuentes elevan su número hasta 257, incluyendo voluntarios civiles de última hora que no constarían en las listas oficiales) sumando la guarnición original de algo más de 150 hombres y otros 32 voluntarios procedentes del Gonzáles que se les unieron estando ya iniciado el asedio. Estaban provistos de 21 cañones, aunque de menor calibre que los del ejército mexicano y más escasos de munición. La misión del Álamo había sido fortificada, pero a pesar de sus fuertes muros no era una fortaleza moderna preparada para resistir un asedio con artillería, y presentaba varios puntos débiles.
El jefe de la guarnición Texana, coronel Neill, estaba ausente por motivos personales, por lo que el mando de la defensa lo compartieron (no sin problemas) el teniente coronel Travis, por parte de las fuerzas regulares, y Jim Bowie, por parte de los voluntarios.
El asedio:
Al llegar las tropas mexicanas a San Antonio las fuerzas texanas se atrincheraron en la misión de El Álamo utilizando algunas casas de sus cercanías como puestos de defensa avanzada. Tras rechazar Travis la intimación de Santa Anna a la rendición, comenzaron los combates.
El asedio se desarrolló según las tácticas militares de la época: con el inicio del sitio los atacantes fueron atacando las posiciones avanzadas texanas y desalojando a los defensores, que quemaron las granjas y casas aisladas y se encerraron dentro de los muros de la fortaleza. Posteriormente las fuerzas mexicanas fueron avanzando progresivamente bajo el fuego de la artillería de los defensores y estableciendo posiciones sucesivas cada vez más cercanas a los muros de la misión, cavando trincheras y reductos en los que emplazaban la artillería propia, de forma que iba batiendo las defensas con creciente eficacia. Mediante un bombardeo continuo y varios amagos de asalto se mantenía la tensión de la guarnición defensora mientras se la iba desgastando, al tiempo que se desmontaban sus cañones y se creaban brechas por las que realizar el asalto final.
En la madrugada del 6 de marzo unos 1.200 soldados mexicanos divididos en cuatro columnas atacaron la fortificación de forma simultánea por los cuatro puntos cardinales. Algunos historiadores afirman que ganaron los muros en el primer asalto, mientras que otros hablan de dos oleadas rechazadas y una tercera que consiguió su objetivo. En cualquier caso, los defensores no pudieron mantener un perímetro tan amplio durante mucho tiempo, y los atacantes penetraron en el interior de la guarnición dando muerte a todos los defensores.
Entre las fuerzas texanas solamente dos hombres (el texano-mexicano Brígido Guerrero y el anglo-americano Henry Warnell) habían abandonado la misión en los días anteriores, durante el asedio. El resto de ellos murieron en la batalla, aunque su número no se ha llegado a cuantificar de forma definitiva (entre 184 y 257, según las fuentes). Los civiles no combatientes (mujeres, niños y esclavos) que no murieron accidentalmente debido a los combates fueron respetados y se les permitió marchar libremente.
Aunque muchas fuentes norteamericanas describen una defensa a muerte "hasta el último hombre", existen referencias de la época y otras aparecidas con posterioridad que hablan de un pequeño grupo de defensores (alrededor de la media docena) que se rindieron o fueron capturados vivos y que fueron ejecutados por orden expresa de Santa Anna. En cualquier caso, no cabe duda de que en la en la enfermería de la misión debía haber enfermos o heridos incapaces de combatir, además de los que cayeran heridos en el asalto final, y todos ellos murieron a manos de las tropas mexicanas, no se sabe si en el curso del asalto o ejecutados con posterioridad.
El número de bajas mexicanas ha sido origen de mucha controversia. Algunas fuentes estadounidenses hablan de hasta 1.500 muertos y heridos, una cifra muy elevada que se basa además en simples estimaciones, mientras que otras fuentes mexicanas las reducen a 60 muertos y 250 heridos, basándose en el parte de Santa Anna. Este último dato tampoco parece fiable: parece que Santa Anna sólo se refería al asalto final, y es muy posible que redujera el número de bajas propias por motivos de propaganda. Muchos historiadores estiman cifras de bajas de alrededor de 600 hombres entre muertos y heridos, contando tanto el asalto final como las que se produjeron durante el asedio.
Hasta aqui la primera parte.
Berettaman7

Batalla de El Álamo
Independencia de Texas
Primera Parte
Rebeldes del Estado mexicano de Coahuila y Texas
Antecedentes:
En el verano de l820 Moses Austin, originario de Missouri de 59 años en la ruina, solicito a las autoridades españolas la concesión de una gran extensión de terreno de Texas y el se comprometió a vender terrenos a pioneros norteamericanos.
La solicitud de Austin parecía absurda, mas a principios de l82l, el gobierno español le dio permiso para asentar a 300 familias en Texas. España dio la bienvenida a los norteamericanos por dos razones: 1) proporcionar una barrera contra colonizadores de EE.UU. ilegales, que causaban problemas en Texas oriental, y para laborar la tierra, Sólo 3.500 mexicanos nativos se habían asentado en Texas (que formaba parte del Estado en ese entonces Español de Coahuila y Texas).
Moses Austin no vivió para ver su sueño hecho realidad. En un viaje de vuelta de la ciudad de México murió de agotamiento y exposición a los elementos. Su hijo Stephen Austin prometió llevar a cabo el sueño de colonizar Texas. A fines de l824, el joven Stephen Austin trajo a 272 colonizadores a Texas, y había persuadido al ahora gobierno mexicano a que la mejor manera de atraer a norteamericanos era dar en a estos en propiedad grandes extensiones de terreno (se les llamo a estos colonos empresarios) otorgándoseles 67.000 acres para cada 200 familias.
México impuso dos condiciones: Los colonos adoptarían la ciudadanía Mexicana y se convertirían al catolicismo. Para l830 había l6,000 norteamericanos en Texas. En aquel momento, los norteamericanos formaban una mayoría de 4 a 1 en Coahuila y Texas.
Cuando la población anglosajona creció, las autoridades mexicanas veían ya con temor el crecimiento de la presencia norteamericana. México temió que los Estados Unidos planearan utilizar a los colonos de Texas para hacerse de Texas por las armas a través de una revolución. Las diferencias de idioma y cultura habían fomentado la enemistad entre los colonos y mexicanos nativos. Los colonos se negaron a aprender el idioma español, mantenían escuelas separadas, y comerciaban mayormente con los Estados Unidos y con México.
Para reafirmar su autoridad sobre Tejas, el gobierno mexicano reafirmó su prohibición Constitucional contra la esclavitud, estableció una cadena de puestos militares restringió el comercio con los Estados Unidos, y decretó un fin a la inmigración norteamericana. Estas medidas dieron lugar a un levantamiento de los norteamericanos en contra del gobierno del que habían adoptado su ciudadanía y que los había favorecido grandemente, el gobierno de México. Que infamia!
La Batalla de El Álamo:
La Batalla de El Álamo consistió en un asedio de 12 días de duración, desde su inicio el 23 de febrero hasta el asalto final del 6 de marzo de 1836 y enfrentó al ejército de México contra una milicia de secesionistas texanos, en su mayoría colonos estadounidenses (naturalizados mexicanos), en San Antonio de Béjar, en la entonces provincia mexicana de Coahuila y Texas, hoy estado de Texas, Estados Unidos.

Antecedentes:
El ejército a las órdenes del general Santa Anna avanzó con unos 6.500 hombres hacia el interior de Texas para intentar sofocar la sublevación de los colonos angloamericanos, derrotando a las fuerzas rebeldes que habían logrado el dominio de la mayoría del territorio de Texas durante el año anterior y capturando o poniendo en fuga al gobierno provisional que estos habían formado. Las dos posibles rutas de penetración pasaban respectivamente por los pueblos de Goliad y San Antonio de Béjar, por lo que los texanos habían dispuesto guarniciones con artillería en ambos como primera línea de defensa ante el ataque que preveía que podía llegar en la primavera.
Las tropas mexicanas que llegaron finalmente al Álamo se estima que fueron unos 4.000 hombres a causa de las bajas por enfermedad y deserciones y las tropas que tuvieron que realizar otras misiones (exploración avanzada, guarniciones y fuerzas de protección de las rutas de abastecimiento). No todos ellos participaron en los combates, y una parte de la fuerza se destacó en dirección a Goliad ante las noticias de que podían llegar refuerzos desde allí. Su artillería estaba compuesta por 20 cañones de varios calibres, aunque parece que los más potentes (de 12 libras) llegaron hacia el final del asedio.
Por su parte las fuerzas texanas eran según la lista oficial de la guarnición 187 hombres (aunque algunas fuentes elevan su número hasta 257, incluyendo voluntarios civiles de última hora que no constarían en las listas oficiales) sumando la guarnición original de algo más de 150 hombres y otros 32 voluntarios procedentes del Gonzáles que se les unieron estando ya iniciado el asedio. Estaban provistos de 21 cañones, aunque de menor calibre que los del ejército mexicano y más escasos de munición. La misión del Álamo había sido fortificada, pero a pesar de sus fuertes muros no era una fortaleza moderna preparada para resistir un asedio con artillería, y presentaba varios puntos débiles.

El jefe de la guarnición Texana, coronel Neill, estaba ausente por motivos personales, por lo que el mando de la defensa lo compartieron (no sin problemas) el teniente coronel Travis, por parte de las fuerzas regulares, y Jim Bowie, por parte de los voluntarios.
El asedio:
Al llegar las tropas mexicanas a San Antonio las fuerzas texanas se atrincheraron en la misión de El Álamo utilizando algunas casas de sus cercanías como puestos de defensa avanzada. Tras rechazar Travis la intimación de Santa Anna a la rendición, comenzaron los combates.
El asedio se desarrolló según las tácticas militares de la época: con el inicio del sitio los atacantes fueron atacando las posiciones avanzadas texanas y desalojando a los defensores, que quemaron las granjas y casas aisladas y se encerraron dentro de los muros de la fortaleza. Posteriormente las fuerzas mexicanas fueron avanzando progresivamente bajo el fuego de la artillería de los defensores y estableciendo posiciones sucesivas cada vez más cercanas a los muros de la misión, cavando trincheras y reductos en los que emplazaban la artillería propia, de forma que iba batiendo las defensas con creciente eficacia. Mediante un bombardeo continuo y varios amagos de asalto se mantenía la tensión de la guarnición defensora mientras se la iba desgastando, al tiempo que se desmontaban sus cañones y se creaban brechas por las que realizar el asalto final.
En la madrugada del 6 de marzo unos 1.200 soldados mexicanos divididos en cuatro columnas atacaron la fortificación de forma simultánea por los cuatro puntos cardinales. Algunos historiadores afirman que ganaron los muros en el primer asalto, mientras que otros hablan de dos oleadas rechazadas y una tercera que consiguió su objetivo. En cualquier caso, los defensores no pudieron mantener un perímetro tan amplio durante mucho tiempo, y los atacantes penetraron en el interior de la guarnición dando muerte a todos los defensores.
Entre las fuerzas texanas solamente dos hombres (el texano-mexicano Brígido Guerrero y el anglo-americano Henry Warnell) habían abandonado la misión en los días anteriores, durante el asedio. El resto de ellos murieron en la batalla, aunque su número no se ha llegado a cuantificar de forma definitiva (entre 184 y 257, según las fuentes). Los civiles no combatientes (mujeres, niños y esclavos) que no murieron accidentalmente debido a los combates fueron respetados y se les permitió marchar libremente.
Aunque muchas fuentes norteamericanas describen una defensa a muerte "hasta el último hombre", existen referencias de la época y otras aparecidas con posterioridad que hablan de un pequeño grupo de defensores (alrededor de la media docena) que se rindieron o fueron capturados vivos y que fueron ejecutados por orden expresa de Santa Anna. En cualquier caso, no cabe duda de que en la en la enfermería de la misión debía haber enfermos o heridos incapaces de combatir, además de los que cayeran heridos en el asalto final, y todos ellos murieron a manos de las tropas mexicanas, no se sabe si en el curso del asalto o ejecutados con posterioridad.
El número de bajas mexicanas ha sido origen de mucha controversia. Algunas fuentes estadounidenses hablan de hasta 1.500 muertos y heridos, una cifra muy elevada que se basa además en simples estimaciones, mientras que otras fuentes mexicanas las reducen a 60 muertos y 250 heridos, basándose en el parte de Santa Anna. Este último dato tampoco parece fiable: parece que Santa Anna sólo se refería al asalto final, y es muy posible que redujera el número de bajas propias por motivos de propaganda. Muchos historiadores estiman cifras de bajas de alrededor de 600 hombres entre muertos y heridos, contando tanto el asalto final como las que se produjeron durante el asedio.

Hasta aqui la primera parte.
Berettaman7
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