Genial
me gustaria usarlo en mi firma
Compa lo verdaderamente lamentable seria saber que ellos (Felipe y peña) orquestaron todo esto desde antes, nos sorperenderia???
es bien sabido que mientras la comunidad se pelea inlcuso entre familiares y casi se matan por la politica los politicos comen en la misma mesa y seguramente se cagan de risa de todos nosotros.
sobre el tema escribe epigmenio ibarra en milenio un artículo que no tiene desperdicio:
cassez: El huevo de la serpiente
cassez: El huevo de la serpiente
epigmenio ibarra
2013-01-25 •
ya antes de que el pan fuera gobierno el debido proceso en méxico era poco menos que inexistente. La corrupción permeaba los cuerpos policiacos, los ministerios públicos, los juzgados. Justicia había solo para el que podía pagarla. Grandes criminales permanecían impunes y en libertad mientras muchos inocentes se pudrían en las cárceles. Nadie escuchaba a las víctimas de un delito y era frecuente que, a capricho de la autoridad, fueran señaladas como culpables de los mismos crímenes que denunciaban o habían sufrido en carne propia.
Nada cambió cuando vicente fox llegó a los pinos. Los abusos y torturas de los policías, la falta de rigor en las investigaciones de los ministerios públicos, el desaseo y la corrupción de la pgr, el rezago en el manejo de los asuntos en los juzgados y la corrupción atávica de los juzgadores continuó. Siguió siendo la norma la impunidad de los poderosos, la arbitrariedad de las autoridades, la indefensión de la población.
Con el caso de florence cassez y antes incluso con el caso de rené bejarano o el mismo desafuero de lópez obrador, entonces jefe de gobierno del distrito federal, el gobierno de vicente fox comenzó a valerse de la tv, ante la cual el guanajuatense se había rendido, para responder, con montajes, al generalizado reclamo de justicia y para enjuiciar mediáticamente y destruir así a sus adversarios políticos.
Engendró así, el panismo hecho gobierno, el huevo de la serpiente; de una serpiente que, a la postre, habría de devorarlo. Al ponerse de rodillas frente a la tv trastocó la relación entre el poder político y el poder mediático. De valerse de la tv, como lo habían hecho los gobiernos priistas, pasaron los panistas a servirla y de tal manera que le entregaron a los dos grandes concesionarios el control del país.
El apoyo crucial de la pantalla en 2006, para imponer a felipe calderón lo pagó caro el pan, pero más caro lo pagamos los mexicanos; primero con la sangrienta y fallida gestión de este hombre también enfermo de megalomanía y adicto a la propaganda, y después con la imposición de enrique peña nieto y el regreso del pri, responsable de la impunidad y la corrupción que ha viciado la vida de este país.
En 2000, cuando millones de mexicanos pensaron que se iniciaba ya la transición democrática y se abrían, por tanto, nuevos horizontes, la ya de por sí maltrecha justicia mexicana comenzó un oscuro trayecto de la escenificación con fox a la masacre con felipe calderón. En ambos casos los gobiernos panistas habrían querido resolver, por distintos métodos, en la pantalla lo que no eran capaces de solucionar ni en la escena del crimen, ni en el gabinete de investigación, ni en la procuración de justicia, ni en los juzgados.
A fox le importaba sobre todo su imagen. A calderón justificar, validar su guerra. Ninguno tenía el menor interés por la justicia, menos todavía por las víctimas. Les importaba “resolver”, anotarse éxitos para perpetuarse en el poder. No lograron ni lo uno ni lo otro. Por eso el crimen organizado creció tanto en ambos periodos, por eso se ha derramado tanta sangre en este país en los últimos años. Fox enjuiciaba y sentenciaba a los criminales —y también a sus adversarios políticos— en los noticiarios de la tv. Calderón simplemente ordenó su exterminio e hizo con el mismo cientos de miles de spots.
Ante la crisis de inseguridad —presagio de lo que vendría— que marcó el fin del primer sexenio panista, movido siempre por urgencias electorales, a vicente fox y a su poderoso comandante de la agencia federal de investigaciones, genaro garcía luna, no se les ocurrió mejor manera de reaccionar que con un espectáculo televisivo trasmitido, simultáneamente, por las dos grandes cadenas nacionales.
No hace falta saber demasiado de la producción televisiva para darse cuenta de que esa “operación de intervención y captura”, presentada en los noticieros de la mañana, además de una ficción fue resultado de una minuciosa preparación. El desplazamiento hasta la escena del crimen de los equipos de producción y de trasmisión satelital, la coordinación con los grupos de asalto, la apertura de los espacios en la programación debió haber tomado horas.
Otro tanto debió haber sucedido con los enlaces y acuerdos entre los pinos, la afi, las cadenas de tv. Mal lo planearon; peor lo ejecutaron. Jamás, por ejemplo, en una operación real se coloca el camarógrafo al frente del comando de asalto. Desde el principio les importaba un comino que el montaje fuera descubierto. Contaban con la credulidad del público. Apostaban al golpe de efecto y al enorme poder sumado de la presidencia y los medios. Andaban buscando un héroe y garcía luna encajaba perfecto en el papel.
Esa fue la plataforma de lanzamiento para que garcía luna se volviera el hombre más poderoso en el sexenio de calderón. La burla a las víctimas se volvió la norma y de ahí a criminalizarlas y al “se matan entre ellos” no había más que un paso, que el mismo calderón se apresuró a dar. Transitó así la justicia en méxico de la escenificación a la masacre y con la compra de la presidencia, por enrique peña nieto, a su desaparición forzosa. Cassez se fue a paris, calderón a harvard, garcía luna a miami, peña nieto está en los pinos y aquí seguimos millones, en las mismas, a merced de criminales y autoridades venales.
Sobre el tema escribe Epigmenio Ibarra en Milenio un artículo que no tiene desperdicio:
Cassez: el huevo de la serpiente
Cassez: el huevo de la serpiente
Epigmenio Ibarra
2013-01-25 •
Ya antes de que el PAN fuera gobierno el debido proceso en México era poco menos que inexistente. La corrupción permeaba los cuerpos policiacos, los ministerios públicos, los juzgados. Justicia había solo para el que podía pagarla. Grandes criminales permanecían impunes y en libertad mientras muchos inocentes se pudrían en las cárceles. Nadie escuchaba a las víctimas de un delito y era frecuente que, a capricho de la autoridad, fueran señaladas como culpables de los mismos crímenes que denunciaban o habían sufrido en carne propia.
Nada cambió cuando Vicente Fox llegó a Los Pinos. Los abusos y torturas de los policías, la falta de rigor en las investigaciones de los ministerios públicos, el desaseo y la corrupción de la PGR, el rezago en el manejo de los asuntos en los juzgados y la corrupción atávica de los juzgadores continuó. Siguió siendo la norma la impunidad de los poderosos, la arbitrariedad de las autoridades, la indefensión de la población.
Con el caso de Florence Cassez y antes incluso con el caso de René Bejarano o el mismo desafuero de López Obrador, entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, el gobierno de Vicente Fox comenzó a valerse de la tv, ante la cual el guanajuatense se había rendido, para responder, con montajes, al generalizado reclamo de justicia y para enjuiciar mediáticamente y destruir así a sus adversarios políticos.
Engendró así, el panismo hecho gobierno, el huevo de la serpiente; de una serpiente que, a la postre, habría de devorarlo. Al ponerse de rodillas frente a la tv trastocó la relación entre el poder político y el poder mediático. De valerse de la tv, como lo habían hecho los gobiernos priistas, pasaron los panistas a servirla y de tal manera que le entregaron a los dos grandes concesionarios el control del país.
El apoyo crucial de la pantalla en 2006, para imponer a Felipe Calderón lo pagó caro el PAN, pero más caro lo pagamos los mexicanos; primero con la sangrienta y fallida gestión de este hombre también enfermo de megalomanía y adicto a la propaganda, y después con la imposición de Enrique Peña Nieto y el regreso del PRI, responsable de la impunidad y la corrupción que ha viciado la vida de este país.
En 2000, cuando millones de mexicanos pensaron que se iniciaba ya la transición democrática y se abrían, por tanto, nuevos horizontes, la ya de por sí maltrecha justicia mexicana comenzó un oscuro trayecto de la escenificación con Fox a la masacre con Felipe Calderón. En ambos casos los gobiernos panistas habrían querido resolver, por distintos métodos, en la pantalla lo que no eran capaces de solucionar ni en la escena del crimen, ni en el gabinete de investigación, ni en la procuración de justicia, ni en los juzgados.
A Fox le importaba sobre todo su imagen. A Calderón justificar, validar su guerra. Ninguno tenía el menor interés por la justicia, menos todavía por las víctimas. Les importaba “resolver”, anotarse éxitos para perpetuarse en el poder. No lograron ni lo uno ni lo otro. Por eso el crimen organizado creció tanto en ambos periodos, por eso se ha derramado tanta sangre en este país en los últimos años. Fox enjuiciaba y sentenciaba a los criminales —y también a sus adversarios políticos— en los noticiarios de la tv. Calderón simplemente ordenó su exterminio e hizo con el mismo cientos de miles de spots.
Ante la crisis de inseguridad —presagio de lo que vendría— que marcó el fin del primer sexenio panista, movido siempre por urgencias electorales, a Vicente Fox y a su poderoso comandante de la Agencia Federal de Investigaciones, Genaro García Luna, no se les ocurrió mejor manera de reaccionar que con un espectáculo televisivo trasmitido, simultáneamente, por las dos grandes cadenas nacionales.
No hace falta saber demasiado de la producción televisiva para darse cuenta de que esa “operación de intervención y captura”, presentada en los noticieros de la mañana, además de una ficción fue resultado de una minuciosa preparación. El desplazamiento hasta la escena del crimen de los equipos de producción y de trasmisión satelital, la coordinación con los grupos de asalto, la apertura de los espacios en la programación debió haber tomado horas.
Otro tanto debió haber sucedido con los enlaces y acuerdos entre Los Pinos, la AFI, las cadenas de tv. Mal lo planearon; peor lo ejecutaron. Jamás, por ejemplo, en una operación real se coloca el camarógrafo al frente del comando de asalto. Desde el principio les importaba un comino que el montaje fuera descubierto. Contaban con la credulidad del público. Apostaban al golpe de efecto y al enorme poder sumado de la Presidencia y los medios. Andaban buscando un héroe y García Luna encajaba perfecto en el papel.
Esa fue la plataforma de lanzamiento para que García Luna se volviera el hombre más poderoso en el sexenio de Calderón. La burla a las víctimas se volvió la norma y de ahí a criminalizarlas y al “se matan entre ellos” no había más que un paso, que el mismo Calderón se apresuró a dar. Transitó así la justicia en México de la escenificación a la masacre y con la compra de la Presidencia, por Enrique Peña Nieto, a su desaparición forzosa. Cassez se fue a Paris, Calderón a Harvard, García Luna a Miami, Peña Nieto está en Los Pinos y aquí seguimos millones, en las mismas, a merced de criminales y autoridades venales.
La izquierda lo que menos tiene es memoria. Tiene un Alzheimer colectivo desde hace como treinta años.si si si, algo asi como la paca reload, QUE POR CIERTO TAMBIEN SUCEDIO CON UN FUNCIONARIO DE SEGURIDAD PANISTA ( LOZANO GRACIA )
La izquierda si tiene memoria, saludos a todos
Vamos por partes:
1.-El crimen organizado crecio en ambos sexenios " porque Fox enjuiciaba en Tv y calderon ordeno su extermino" y porque "sepusieronde rodillas ante la Television".... En serio?
El crimen crecio porque los criminales tiene un 99% de posibilidades de no pisar la carcel, y si la pisan, los sacan derechos humanos o una fuga masiva organizada por un cartel. No hay castigo real. Nadie le teme a la justicia. Por eso crecio el crimen.
2.- Si hubo la tendencia en presentar los logros de la policia por television, lo cual creo que fue una MAGNIFICA IDEA. Otra cosa muy diferente fue el montaje de Garcia Luna, que fue totalmente REPROBABLE, pero que no nos debe hacer perder de vista que los criminales y asesinos eran los secuestradores, no los policias. Al final se atrapo a los CULPABLES, como Vallarta y los otrso miembros de la banda del Zodiaco, que siguen en la carcel.
3.-Epigmenio Ibarra es.....un asco. Sus ultimos articulos en Milenio son "porque se debe enjuiciar a Calderon, parte I y II." Estuvo en la campaña del peje y estuvo en los desordenes de la toma de posesion de Peña Nieto, donde fue le primero que tuitio (con mucha alegria, por cierto) que ya habia caido el primer "muerto de Peña".....lo que despues se desmintio.
A pesar de ser COORDINADOR DE CAMPAÑA del Peje siguio cobrando y participando en Milenio ( por cierto, ninguno de sus articulos ha sido CENSURADO, ni siquiera en los que acusa a sus jefes, Ciro y Marin, de vendidos. ¿ En la Jornada cuando ha habido alguna critica al Peje, por ejemplo? El mismo GONZALEZ DE ALBA, fundador de la Jornada, fue corrido por insinuar que Poniatowska mentia y se inventaba los testimonios en "La noche de Tlatelolco", donde de Alba si estuvo....y Poniatowska no).
Escribe desde una optica totalmente "revolucionaria"y de desprecio al status quo....y luego se va a ganar dinero como PRODUCTOR DE TELENOVELAS para Televisa y a dormir en su caseron de la Condesa.
Otra vez, los culpables de la violencia son los DELINCUENTES, no el Gobierno que se empeño seis años por combatirlos, con la Policia Unica y la Reforma de Seguridad congelada en el Congreso, y con los estados haciendose gueyes seis años con los examenes de confianza.
Saludos.
No mi amigo, los del 132 solo fueron una parodia osquestada con fines electorales y del genocidio de judios nada que ver la comparacion que hace, a los pobres ni chanza de escoger les dieron.
La delincuencia creció por la corrupción en todos los MP, por la fragmentación de la policía y por el poder económico de la venta de drogas.sI, sI, sI, le copio la frase a Miguel.- Ya sabemos que la trágica docena de reinado del PAN sirvió para lo que se le unta a la mantequilla, para nada y para otra cosa.
Tu lo estás diciendo, no yo "1.-El crimen organizado crecio en ambos sexenios".
Del Pan (lo digo yo).
Que calificación otorgarías al hecho de que Zedillo (PRI) atrapó al Chapingo y Fox (PAN) lo soltó, donde estuvo la corrupción, abajo en la perrada, o arriba en el Olimpo con la cúpula pani$$$ta que se llevó una buena tajada con la liberación del inquilino estrella de puente grande, hay hasta libros de esta historia, apócrifos y herejes según los panistas, que nunca deberían haberse escrito y dado a conocer a la opinión pública.
Yo no defendería lo indefendible. Pero no desvirtuemos el tema, la liberación de Cassez, promovida desde el sexenio anterior (panista) y culminada en este sexenio que se vislumbra brillante, alentador, esperanzador y justiciero (es ironía) para todos los mexicanos, príista por cierto es un desacierto garrafal del gobierno mexicano y una afrenta para todos los mexicanos que nos hunde en la desilución y frustración de ver como la justicia se vende al mejor postor y la aplicación de esta es solamente para los desválidos de a pie como muchos de nosotros, esta es la irritación que no solamente en este foro existe, este foro solamente es una porción estadística del sentir de la mayoría de los mexicanos, nada personal.
Creo que ya me está haciendo daño algo que he estado comiendo porque ahora estoy completamente de acuerdo en algo ¿será necesario como dice DwightVanHellsing que ya nos levantemos todos en armas y le demos en la madre a tooooooooodos, tooooodos, tooooodos, incluido el peje, los políticos lacras y ratas, funcionarios ineptos y gandallas que tenemos???